Noticias de Yucatán
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Ante peligro de explosión, actúa acertadamente
Un automóvil Aveo transitó ayer por la tarde con una “bomba” en el Anillo Periférico, pero el guiador siguió el protocolo de las series policíacas para disminuir el peligro.
En plena travesía en su vehículo sintió un olor a gas licuado, pero pensó que eran los residuos de su recién rellenado tanque de 20 kilos, por lo que no se detuvo.
Transitó del Periférico Oriente al Norte con el fuerte olor del combustible. Sin embargo, cuando cruzó el puente vehicular de la carretera Mérida-Progreso oyó un silbido de fuga. Entonces entendió que el tanque encerrado en su cajuela estaba roto y pensó en la mejor opción para que no detonara.
Recordó algunos episodios de las series policíacas que ve en la televisión y buscó algún paraje deshabitado, donde no hubiera riesgos de algún accidente vial y así llegó al Periférico Poniente.
Cuando salió de la curva del distribuidor vial de la carretera Celestún-Mérida vio una doble vía y un amplio camellón arbolado. Detuvo su máquina, sacó de la cajuela el cilindro humeante y pestilente, y lo alejó varios metros del auto. Luego, con sumo cuidado depositó en el camellón el tanque y abrió levemente la válvula para que se vaciara más rápido por dos vías.
Cuidaba el cilindro en la orilla de la carretera cuando se detuvo la camioneta 2049 de la Secretaría de Seguridad Pública, cuyo agente le preguntó si le ocurría algo para que lo ayudara.
“Rellené el tanque en la gasera Z del Oriente y estaba yendo a mi casa porque no tenemos gas para que cocinen”, dijo el joven guiador, quien no dio su nombre y pidió que lo llamaran “superhéroe”.
Dijo al reportero que no daba su nombre porque “seguro eres del periódico amarillista y sangriento”. Pero cuando el reportero informó que era de Diario de Yucatán, respondió: “¡Menos!, se va a enterar todo el mundo de lo que me pasó”.
Como buen “superhéroe”, prefirió mantener el anonimato y pidió que tampoco se publicaran las placas de su automóvil: “Sácame, pero sin nombre ni placa”, pidió. “Pon allí que soy ‘superhéroe’”.
El cilindro tenía el fondo podrido por el óxido y el despachador no detectó la micro fuga al rellenarlo.
“Un chavito como de 16 años me llenó el tanque, no sabe, es novato”, indicó el “superhéroe”, quien perdió $235 y se quedó sin comer.
Bomberos de la SSP llegaron y vertieron agua sobre el cilindro hasta que quedó vacío.