Noticias de Yucatán
()
Momento de tensión se vivió ayer en la colonia Roble Agrícola III, en el sur de Mérida, luego que agentes de la Secretaría de Seguridad Pública desalojaron a 50 familias de un amplio terreno que habían invadido.
Los agentes les informaron que debían desalojar ese lugar porque no es un terreno ejidal y el representante legal del dueño pidió el desalojo.
Aún así, indicaron que no se iban a salir, ya que el terreno era puro monte y ahora que ya lo limpiaron y comenzaron a levantar sus casas de madera los quieren sacar.
Al lugar llegaron varias patrullas de la SSP para la operación de desalojo. Les advirtieron que ellos nada más iban a cumplir la orden. “Hay un documento oficial”, les indicaron.
Ocupaban amplio terreno en la Col. Roble Agrícola III
“No nos vamos a salir, ya que necesitamos un pedazo de tierra para vivir”, indicó Gloria Aké, una de las paracaidistas.
Algunos de los invasores tenían machetes, coas y palos “para defender la tierra”.
El abogado mostró la escritura a nombre de Mauro Gary Valle.
El grupo de paracaidistas, en su mayoría madres solteras, indicó que hace como un mes llegaron al terreno.
Comenzaron a limpiar el terreno y se agarraron lotes de 10 por 30 metros.
Invasiones en la periferia
El mal tiempo, lo de menos para gente necesitada
Cuando menos 70 paracaidistas ubicados en terrenos de la periferia de la ciudad están más preocupados por obtener un terreno o casa segura que afrontar los riesgos de un posible ciclón.
Veinte casas de palos, cartón, lonas y huacales están en un terreno a la orilla del Anillo Periférico Sur, en el kilómetro 8, y algunas madres de familia estuvieron encerradas en los jacales con sus hijos por la lluvia continua que ocasionó el paso de una zona de disturbio por Yucatán hacia el Golfo de México.
Otras 50 familias construyen casas, también de palos, lonas, cartones y maderas de huacal, en un terreno en el kilómetro 2 del Anillo Periférico Poniente, pero ayer tuvieron un enfrentamiento verbal y amenaza de desalojo de los representantes legales del presunto propietario del lote, de aproximadamente una hectárea.
“Lo que menos nos preocupa ahora son los ciclones”, señaló uno de los invasores, quien dijo llamarse Alejandro López López.
“No nos interesa el ciclón. Nos interesa que nos resuelvan nuestra situación, no tenemos casa, queremos un lote propio para construir casas seguras”, reiteró. “Somos gente que no puede pagar una renta ni comprar casa porque no tenemos dinero, tenemos negocitos de venta de panuchos, empanadas y salbutes y sólo sale para comer”.
Una de las 20 invasoras de un terreno aledaño a la colonia La Guadalupana, Jazmín Rivero, dijo que ella estaba “pendiente del ciclón” porque los vecinos de la colonia que tienen luz, televisores y radio comentaron que estaba por llegar uno.
Una familia que vive cerca de los paracaidistas y que tiene casa segura ofreció “un techito” para que se refugie ella y sus hijos durante el paso de algún ciclón.
“Soy madre soltera. Tengo tres niños y vivo del lavado de ropa en casa ajena”, indicó. “Aquí estoy viviendo casi un año. No tengo dónde estar”, contó la mujer. “Vivía en casa de mi papá, pero mi hermano toma mucho, llega tomado y anda en paños menores en la casa y lo ven mis hijos”.
“No voy a arriesgar a mis hijos a que les hagan algo y mejor me salí”, continúo. “No sabía que este terreno era propiedad privada porque estamos 20 familias que buscan casa o un terreno para vivir. El IVEY ya me dio un folio de reubicación y me dijo que me quedara aquí hasta que tenga un terreno disponible”.
Dijo que ella nació en Isla Mujeres, Quintana Roo, y vive en Mérida desde hace 20 años y no tenía necesidad de una casa porque vivía con su padre, pero su hermano se ha convertido en un problema.
“Me asusta el ciclón, pero veo que no hay mucho viento fuerte y me quedo con mis hijos”, dijo. “No los llevé a la escuela. Estamos encerrados esperando que pase el mal tiempo para ir a trabajar”.
Reveló que de las 20 familias, sólo 8 viven en las casuchas.- Joaquín Chan
Ciclón | Zonas vulnerables
Dos asentamientos de viviendas irregulares están en riesgo por su fragilidad.
Dos colonias
Cerca de las colonias El Roble Agrícola y La Guadalupana hay varias casuchas de palos, lonas, láminas y madera de huacales, que caerían con fuertes vientos.
Riesgo
Por temor a la pérdida de sus lotes o la recuperación del terreno de sus presuntos dueños, los paracaidistas dijeron que no se moverán del lugar.
Amarres
En un terreno del kilómetro 2 del Periférico Poniente están amarrando casas de palos.
