Noticias de Yucatán
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El análisis de la problemática en el nivel de bachillerato en México arrojó que hay una simulación de enseñanza en las aulas porque los profesores no saben aterrizar sus conocimientos ni despertar el interés en los jóvenes.
El doctor Eduardo Weiss, investigador del Cinvestav, quien cerró ayer el ciclo de conferencias de la tercera edición de las Jornadas Internacionales para la Gestión de la Calidad Educativa, opinó que a los profesores de este nivel les hace falta psicopedagogía y uno de los propósitos de las tutorías es inculcar una cultura pedagógica a los maestros para que sepan atraer el interés de los alumnos, una situación nada fácil por la edad de los adolescentes.
El director de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (Buap), maestro Sergio Díaz Carranza, dijo que en esa escuela detectaron y enfrentan el grave fenómeno de la reprobación en matemáticas, algo que ocurre en todos los Estados, y realizaron encuestas a los alumnos para conocer la situación.
Los alumnos dijeron que el maestro no sabe enseñar, a la hora de aplicar el examen pregunta cosas que no enseñó y que el nivel de los exámenes es más alto de lo que vieron en el aula. También preguntaron a los maestros y éstos argumentaron que el alumno no entrega las tareas, es flojo y no estudia.
Puntos de vista
Como es un problema multivariante debían atenderlo en forma integral. Platicaron con la Academia de Matemáticas y éste realizó un diagnóstico del fenómeno. Lo primero que dijeron fue que los profesores que imparten matemáticas sólo les bastaba tener una licenciatura afín a la asignatura y daban clases. Y los de mayor preparación con maestrías y doctorados les era más complicado que aterrizaran sus enseñanzas al nivel de los jóvenes.
Deficiencia
Entonces concluyeron que hay una deficiencia de didáctica en la enseñanza a los jóvenes de bachillerato porque los alumnos no le encuentran sentido a lo que les dice el profesor de matemáticas. Y ejemplificó. Vamos a ver el teorema de Pitágoras y con ello vamos a calcular la sombra de un árbol. El alumno dice que me importa ese cálculo y se pregunta ¿voy aplicar eso en la vida cotidiana? ¿De qué me sirve eso? Allá está el verdadero problema. A los profesores, que son buenos, les da una indigestión cognitiva porque no saben cómo aterrizar esos conocimientos para diseñar situaciones de aprendizaje.
Calificó como injusto que por una materia tronada, en especial matemáticas, el alumno sea dado de baja, aún cuando tenga buen promedio en otras áreas. Eso es lo que impacta en los índices de deserción y de eficiencia terminal en bachillerato.
Factor importante
Sergio Martínez Romo, catedrático de la UAM, coincidió en que la falta de técnicas didácticas son causas de las deficiencias porque los profesores no usan la psicopedagogía para generar interés en los adolescentes. Además, dijo que hay la creencia de que la escuela es el único espacio educativo, pero también lo son el círculo social del joven, la iglesia, la televisión y los medios de comunicación.