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El retiro de estructuras que obstaculizaban la acera de la calle 65 entre 54 y 56 del Centro Histórico no atemorizó a los vendedores, comercios y restaurantes que acostumbran “robar” un pedacito (o pedazote) de espacio a la vía pública, en perjuicio de los cientos de peatones que diario caminan para realizar sus actividades.
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Lunes, 13 de julio de 2015 - Edición impresa
Política y gobierno
Restaurantes y otros negocios del Centro Histórico de Mérida “roban” poco a poco espacios públicos, principalmente aceras, corredores y grandes áreas de algunos parques.
Por ejemplo, en la acera que lleva a los portales del Palacio Municipal, el corredor de los bajos de la Casa del Alguacil Mayor, el Pasaje Picheta, los parques de Santa Lucía y en el Callejón del Congreso los restaurantes colocan sillas y mesas, al “estilo europeo” que gusta a los visitantes y locales porque es más amena la convivencia en un entorno natural.
Las aceras, botín comercial
Consumir al aire libre es tendencia fiel en la ciudad
Lunes, 13 de julio de 2015El retiro de estructuras que obstaculizaban la acera de la calle 65 entre 54 y 56 del Centro Histórico no atemorizó a los vendedores, comercios y restaurantes que acostumbran “robar” un pedacito (o pedazote) de espacio a la vía pública, en perjuicio de los cientos de peatones que diario caminan para realizar sus actividades.
El problema de la invasión de espacios públicos, autorizados o no por la autoridad municipal, es más evidente en el primer cuadro de la ciudad donde puestos ambulantes, mesas, sillas, estructuras de exhibición, anuncios, maniquíes, televisiones y hasta plantas de ornato ocupan parte de las aceras, portales, atrios de iglesias y parques.
La madrugada del viernes pasado, el Ayuntamiento realizó un operativo sorpresa coordinado por la Dirección de Desarrollo Económico, la Policía Municipal de Mérida y la Subdirección de Mercados, a fin de retirar decenas de estructuras, rejas, anaqueles, huacales y candados de la acera de la calle 65 entre 54 y 56, zona que por años se mantuvo bajo el control de los vendedores informales, quienes después de su jornada diaria dejaban los obstáculos en la vía pública.
Hoy ese espacio fue rescatado y los peatones transitan con libertad, las fachadas de los comercios ya no están copados y mejoró la imagen de la calle.
Pero sólo fue una calle liberada. En otros espacios del primer cuadro se promueve el “estilo europeo” que gusta a los visitantes y locales porque es más amena la convivencia en un entorno natural. Por ejemplo, en la acera que lleva a los portales del Palacio Municipal el restaurante “La Jarana” montó un espacio al aire libre con grandes sombrillas, sacó sus mesas y sillas, y lo delimitó con plantas de ornato. Sus edecanes vestidos de traje mestizo ofrecen la gastronomía yucateca y ese “plus” gusta a los visitantes. Pero ahora ya lo imitaron las heladerías Dairy Queen y Janitzio, las cuales también tienen sus áreas de consumo al aire libre.
El corredor de los bajos de la Casa del Alguacil Mayor y Pasaje Picheta, ubicados junto al Palacio de Gobierno, está ocupado por la famosa sorbetería Colón, el restaurante Nicte Há y el bar “X’catiic”, cuyas mesas y asientos apenas dejan un pequeño pasillo para el tránsito de una o dos personas.
Sin embargo, el gusto de departir bajo los portales quedó demostrado en el Colón, donde la mayoría de los clientes prefiere las mesas de afuera que las del interior. Y esta tendencia de “comer al aire libre” se corrobora durante el cierre nocturno del tramo de la calle 60, de la 61 a la 59, donde cientos de comensales disfrutan la jornada de esta manera.
Los parques de Santa Lucía y el Callejón del Congreso son otros espacios que son muestra de la tendencia meridana de convivir al aire libre. En Paseo de Montejo y su Prolongación también hay restaurantes que por años ocupan parte de las aceras.—Joaquín Chan Caamal
Aceras Invasión
En el Pasaje Emilio Seijo, los variados comercios sacan de sus establecimientos carteles, estantería o maniquíes.
Obstáculos
En la calle 62, de la 67 a la 61, varios negocios colocan exhibidores con prendas de vestir, o bien equipos de sonido que ocupan parte del espacio público. Este escenario se repite en la calle 60, frente al Bazar García Rejón.
