Noticias de Yucatán
“Estamos viendo el banderazo de la carrera hacia 2018”, subraya Luis Ramírez Carrillo, investigador del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la Uady, cuando se le solicita su opinión sobre los enroques en el gabinete de Rolando Zapata Bello.
En opinión del sociólogo, en los movimientos anunciados anteayer se observa algo lamentable: la supremacía del interés político sobre la administración y la eficiencia en el que quehacer público.
“Si bien el gobernador está atendiendo a su juego interno, se está perdiendo efectividad en la administración pública, se está olvidando que hay sociedad y también necesidades porque la selección (de los funcionarios involucrados en los cambios) no se hizo tomando en cuenta perfiles profesionales y administrativos y tampoco las capacidades, sino con un criterio de carácter político en el que se mezclan las alianzas y las lealtades”, apunta.
Ayer publicamos amplia información sobre los enroques y cambios en el gabinete estatal. En total fueron 35 movimientos, incluyendo el nombramiento de cinco secretarios. Además, el Ejecutivo presentó una iniciativa de decreto que considera la creación de una nueva secretaría, que se llamaría de Investigación, Innovación y Educación Superior.
Cuando se le pregunta sobre la lectura que le da a los movimientos en el gobierno, el doctor Ramírez Carrillo dice que son tres: “La primera lectura es política, la segunda es política y la tercera es también política”.
Y enseguida explica en qué basa su afirmación:
—En términos de estrategia, lo que hizo el gobernador responde a un estilo bien definido de hacer política que suele reportarle ganancias: reestructura su base de poder interno, muestra quién manda, elimina pequeños cacicazgos internos que se hayan formado en la administración y de nuevo reestructura sus alianzas.
—De esta manera, lo que hace Rolando Zapata es equilibrar sus alianzas externas y abrir el juego por la gubernatura en 2018. Dentro de esas alianzas, por un lado le da mayor juego al equipo de Ivonne Ortega al incorporar a Mauricio Sahuí a la Secretaría de Desarrollo Social y al mover a Alaine López al Instituto para la Equidad de Género (Iegy). Yo creo que es una concesión.
—Así, mantiene unidas en torno a su gobierno a las fuerzas del PRI, de tal forma que lo acompañen hasta el final de su mandato. En segundo lugar, afianza sus posibilidades (en la sucesión de 2018), pues está manejando el uno-dos: pone a Víctor Caballero Durán en una Secretaría de más dinero (Educación), y le da más juego político, pero con menos dinero, a Mauricio Sahuí.
—Hay un golpeteo contra Caballero por el caso de Crecicuentas y en lo general por su paso en la administración que lo podría eliminar de la carrera por la gubernatura. Entonces, el gobernador juega como segunda carta a Sahuí Rivero. Creo que la apuesta es asegurar la próxima gubernatura para el PRI y terminar sólido, sin rupturas internas y sin fuego amigo, y para hacerlo “nuclea” con las fuerzas a su alrededor.
—Rolando Zapata también le tira juego a Jorge Carlos Ramírez Marín al incorporar como secretario de la Juventud a uno de sus allegados (Luis Borjas Romero). En apariencia es una pérdida para Ramírez Marín (el nuevo secretario era delegado de Sedesol), pero asumo que tuvo que hacer algún amarre.
—En resumen, me parece que el gobernador busca “nuclear” en torno a su persona, en torno al PRI, con el mensaje de unidad. En segundo lugar, busca alternativas de candidato para 2018, de tal forma que si no es su gente la que quede, le da jugada a gente cercana, que es la gente de Ivonne. Mejor eso a que el PRI pierda la gubernatura, o mejor eso a que quede Jorge Carlos Ramírez. Si no queda Caballero, pensará, puedo pactar con Ivonne. Sin embargo, faltan mil días (para el proceso electoral) y pueden pasar muchas cosas.
—En otra lectura, esos movimientos son una pérdida lamentable. Representan la supremacía de lo político sobre la administración. La selección no se hizo tomando en cuenta perfiles profesionales y administrativos y tampoco las capacidades, sino con un criterio de carácter político en el que se mezclan las alianzas y las lealtades, donde el profesionalismo, el conocimiento y la experiencia son lo último que importa.
—¿Qué experiencia tiene Caballero Durán en la educación? ¿Qué experiencia tiene Sahuí en el combate a la pobreza y en la atención de necesidades sociales inmediatas? Más allá del hecho de ser mujer, ¿qué experiencia tiene Alaine (López) en la política de equidad y género, que requieren sensibilidad?
—Si bien la estrategia del gobernador es comprensible, los grandes paganos en este proceso de recomposición del gabinete, los que vamos a pagar la factura del ensayo y el error, de la curva de aprendizaje de estos noveles secretarios, somos los yucatecos porque a estas alturas del partido vamos a tener que esperar de nuevo a a que aprendan su trabajo.
—Tenemos a gente sin experiencia en sus áreas, a gente sin conocimiento. De nueva cuenta la política va a opacar a la efectividad, las alianzas políticas van a subordinar el uso eficiente de los recursos en las áreas que más requiere Yucatán.
—Los que perdemos somos la sociedad yucateca. Ellos (los funcionarios en el poder) ganan, de eso no hay duda.
—Estamos viendo el banderazo de la carrera hacia 2018. De manera concéntrica se irán haciendo acomodos.
—Rolando Zapata mantiene sus cartas en este orden: primero él, luego Ivonne y en tercer lugar Jorge Carlos.
—La novedad es que se cae la fortaleza de Víctor Caballero y se abre la puerta a Mauricio Sahuí, que gana un escalón, aunque de cualquier forma Caballero sigue adelante.
“Estamos viendo el banderazo de la carrera hacia 2018”, subraya Luis Ramírez Carrillo, investigador del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la Uady, cuando se le solicita su opinión sobre los enroques en el gabinete de Rolando Zapata Bello.
En opinión del sociólogo, en los movimientos anunciados anteayer se observa algo lamentable: la supremacía del interés político sobre la administración y la eficiencia en el que quehacer público.
“Si bien el gobernador está atendiendo a su juego interno, se está perdiendo efectividad en la administración pública, se está olvidando que hay sociedad y también necesidades porque la selección (de los funcionarios involucrados en los cambios) no se hizo tomando en cuenta perfiles profesionales y administrativos y tampoco las capacidades, sino con un criterio de carácter político en el que se mezclan las alianzas y las lealtades”, apunta.
Ayer publicamos amplia información sobre los enroques y cambios en el gabinete estatal. En total fueron 35 movimientos, incluyendo el nombramiento de cinco secretarios. Además, el Ejecutivo presentó una iniciativa de decreto que considera la creación de una nueva secretaría, que se llamaría de Investigación, Innovación y Educación Superior.
Cuando se le pregunta sobre la lectura que le da a los movimientos en el gobierno, el doctor Ramírez Carrillo dice que son tres: “La primera lectura es política, la segunda es política y la tercera es también política”.
Y enseguida explica en qué basa su afirmación:
—En términos de estrategia, lo que hizo el gobernador responde a un estilo bien definido de hacer política que suele reportarle ganancias: reestructura su base de poder interno, muestra quién manda, elimina pequeños cacicazgos internos que se hayan formado en la administración y de nuevo reestructura sus alianzas.
—De esta manera, lo que hace Rolando Zapata es equilibrar sus alianzas externas y abrir el juego por la gubernatura en 2018. Dentro de esas alianzas, por un lado le da mayor juego al equipo de Ivonne Ortega al incorporar a Mauricio Sahuí a la Secretaría de Desarrollo Social y al mover a Alaine López al Instituto para la Equidad de Género (Iegy). Yo creo que es una concesión.
—Así, mantiene unidas en torno a su gobierno a las fuerzas del PRI, de tal forma que lo acompañen hasta el final de su mandato. En segundo lugar, afianza sus posibilidades (en la sucesión de 2018), pues está manejando el uno-dos: pone a Víctor Caballero Durán en una Secretaría de más dinero (Educación), y le da más juego político, pero con menos dinero, a Mauricio Sahuí.
—Hay un golpeteo contra Caballero por el caso de Crecicuentas y en lo general por su paso en la administración que lo podría eliminar de la carrera por la gubernatura. Entonces, el gobernador juega como segunda carta a Sahuí Rivero. Creo que la apuesta es asegurar la próxima gubernatura para el PRI y terminar sólido, sin rupturas internas y sin fuego amigo, y para hacerlo “nuclea” con las fuerzas a su alrededor.
—Rolando Zapata también le tira juego a Jorge Carlos Ramírez Marín al incorporar como secretario de la Juventud a uno de sus allegados (Luis Borjas Romero). En apariencia es una pérdida para Ramírez Marín (el nuevo secretario era delegado de Sedesol), pero asumo que tuvo que hacer algún amarre.
—En resumen, me parece que el gobernador busca “nuclear” en torno a su persona, en torno al PRI, con el mensaje de unidad. En segundo lugar, busca alternativas de candidato para 2018, de tal forma que si no es su gente la que quede, le da jugada a gente cercana, que es la gente de Ivonne. Mejor eso a que el PRI pierda la gubernatura, o mejor eso a que quede Jorge Carlos Ramírez. Si no queda Caballero, pensará, puedo pactar con Ivonne. Sin embargo, faltan mil días (para el proceso electoral) y pueden pasar muchas cosas.
—En otra lectura, esos movimientos son una pérdida lamentable. Representan la supremacía de lo político sobre la administración. La selección no se hizo tomando en cuenta perfiles profesionales y administrativos y tampoco las capacidades, sino con un criterio de carácter político en el que se mezclan las alianzas y las lealtades, donde el profesionalismo, el conocimiento y la experiencia son lo último que importa.
—¿Qué experiencia tiene Caballero Durán en la educación? ¿Qué experiencia tiene Sahuí en el combate a la pobreza y en la atención de necesidades sociales inmediatas? Más allá del hecho de ser mujer, ¿qué experiencia tiene Alaine (López) en la política de equidad y género, que requieren sensibilidad?
—Si bien la estrategia del gobernador es comprensible, los grandes paganos en este proceso de recomposición del gabinete, los que vamos a pagar la factura del ensayo y el error, de la curva de aprendizaje de estos noveles secretarios, somos los yucatecos porque a estas alturas del partido vamos a tener que esperar de nuevo a a que aprendan su trabajo.
—Tenemos a gente sin experiencia en sus áreas, a gente sin conocimiento. De nueva cuenta la política va a opacar a la efectividad, las alianzas políticas van a subordinar el uso eficiente de los recursos en las áreas que más requiere Yucatán.
—Los que perdemos somos la sociedad yucateca. Ellos (los funcionarios en el poder) ganan, de eso no hay duda.
—Estamos viendo el banderazo de la carrera hacia 2018. De manera concéntrica se irán haciendo acomodos.
—Rolando Zapata mantiene sus cartas en este orden: primero él, luego Ivonne y en tercer lugar Jorge Carlos.
—La novedad es que se cae la fortaleza de Víctor Caballero y se abre la puerta a Mauricio Sahuí, que gana un escalón, aunque de cualquier forma Caballero sigue adelante.