Según comentan los trabajadores de la Comuna, 10 años atrás se implementó un plan que consistió en amarrar unas latas a las ramas y por las tardes jalarlas para ahuyentar a los animales y evitar que duerman ahí.
Incluso había alguien contratado exclusivamente para hacer el ruido, pero se dejó de hacer porque al ser sólo una persona resultaba muy pesado que estuviera a diario, incluso en las noches.
Los trabajadores municipales explican que ellos tienen la instrucción de lavar casi todos los días los pisos del parque porque se convierten en una alfombra de excremento de los pájaros, incluso algunos turistas terminan manchados al caminar por ahí.
Añaden que “a pesar de ser un verdadero problema, hay que ver el lado positivo porque cuando las aves regresan a dormir al parque silban y eso les gusta a muchos”.
Hay turistas a los que les gusta observar los pájaros a las 5 de la mañana, cuando empiezan a volar, pero también es en ese momento cuando dejan su excremento en el piso del parque central.
Algunas familias ya se quejaron porque cuando acuden a caminar en el parque, o están sentados en alguna banca, de repente les cae encima el excremento y les mancha la ropa.
Los empleados del Ayuntamiento dicen que aún no encuentran una manera de resolver el problema y lo único que hacen es lavar el piso, pero es mucho trabajo. Añaden que el pasado fin de semana no lavaron el piso y ayer había más excremento que lo habitual y eso les representa “dolores de cabeza, pero ni modo es nuestro trabajo y lo tenemos que hacer”
