Robos y asaltos en Progreso sin freno

21 mayo 2016
Noticias de Yucatán Compartir



Una ola de robos y asaltos surgió en este puerto, pues el miércoles pasado hurtaron la cola de un motor fuera de borda de una lancha fondeada en el playón poniente y el jueves a medianoche intentaron robarse dos lanchas ribereñas que tienen motores fuera de borda, de 200 caballos de fuerza, pero los ladrones fueron descubiertos y huyeron.

También robaron en dos casas veraniegas. En una de ellas el propietario descubrió el robo cuando llegó ayer al puerto para pasar el fin de semana, y halló que las chapas de las puertas de la casa estaban rotas y se llevaron diversos artículos personales y aparatos electrónicos.

Esos robos se suman al asalto de la marina Laguna Mar cometido hace dos semanas y hasta la fecha no hay resultados de las investigaciones que realizan, y no aún se hallan las cuatro colas de motores, el motor fuera de borda y alijo que fueron robados tras el asalto.

Ribereños que tienen su base en el playón poniente relataron que anteanoche cuatro encapuchados que llegaron en un vehículo y se internaron en la playa intentaron robar las lanchas “Israel” e “Iván”, de 27 pies de eslora que tienen motores de 200 caballos de fuerza.

Aunque los ladrones no se dieron cuenta que habían sido descubiertos por el vigilante de un campamento pesquero del playón, que los oyó decir: “Nos echamos al Negro Marahuara si nos descubre, pero hay que tener cuidado porque tiene varios perros… después sigue la lancha del campechano”.

Pero el “Negro Marahuara”, por teléfono celular, avisó a José Acosta Azueta, “Chepe”, dueño de la lancha “Iván” y le dijo que eran cuatro los asaltantes y trataría de evitar el robo, así que cuando el vigilante vio a los encapuchados aproximarse a las dos lanchas les gritó que habían sido descubiertos y que ya venía la policía.

Los asaltantes dieron marcha atrás y huyeron. Lo mismo hizo una lancha que recorría el playón y donde remolcarían los dos barcos.

Acosta Azueta llegó en su camioneta con varios pescadores, pero los ladrones de lanchas ya habían huido, así que se quedaron de guardia en el playón donde reina la oscuridad y no hay vigilancia.

Arturo Pérez Zúñiga, otro ribereño que tiene su base en el playón, explicó que el miércoles en la mañana, cuando iba a salir de pesca, se percató que le robaron la cola del motor de 115 caballos de fuerza.

—La cola del motor cuesta unos $40,000, no hay dinero para comprar otra, así que ya me fregaron, no puedo salir a pescar y no hay apoyos del gobierno para adquirir equipos marinos —dijo Pérez Zúñiga.

Los ribereños indicaron que ante la ola de robos de lanchas y motores marinos no les quedara más remedio que armarse y quedarse en la playa para vigilar y cuidar sus embarcaciones, pues de parte de las autoridades no hay vigilancia, hay inseguridad y los vigilantes pueden ser asesinados por los asaltantes.

Ayer viernes, a las 10 horas, los dueños de un predio veraniego ubicado en la calle 29 con 138 en el poniente de la ciudad, al llegar a su casa para pasar el fin de semana descubrieron que los amigos de lo ajeno habían entrado a robar, avisaron a la policía, pero deconocen cuándo ocurrió el robo.

También salió a relucir otro robo a una casa de veraneo en el mismo rumbo del poniente, ocurrida a media semana, los ladrones se llevaron aparatos electro domésticos. Los dueños se dieron cuenta cuando llegaron al predio. Megamedia.
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