Noticias de Yucatán
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Cansados de los desmanes de los vándalos que durante los festejos del pueblo protagonizaron una batalla campal con piedras y palos en el que resultaron dañados dos vehículos y fachadas de algunos predios, vecinos de la comisaría meridana de Molas hicieron justicia con su propia mano.
Tras atrapar a uno de los pandilleros, lo amarraron a un poste, hasta que llegaron los elementos de la SSP para rescatarlo antes de que fuera linchado.
Según se supo, durante las primeras horas de ayer, vándalos de esta comisaría meridana iniciaron un zafarrancho en la calle 20 con 21, a una cuadra de la plaza principal, cerca de los palcos de la corrida.
En la reyerta, los pandilleros usaron piedras y palos que dañaron dos vehículos, entre ellos un Tsuru, así como fachadas de algunos predios.
Ante la furia del pueblo, varios vecinos tocaron las campanas de la iglesia para avisar a la gente para reunirse y defenderse de los pandilleros.
Mientras que los jóvenes huyeron despavoridos a sus casas en donde sus familiares sacaron machetes y escondieron a sus “valientes” parientes.
Sin embargo, la gente logró capturar a uno de ellos y luego de propinarle una golpiza lo amarraron a un poste de concreto en espera de las autoridades.
Cansados de los desmanes de los vándalos que durante los festejos del pueblo protagonizaron una batalla campal con piedras y palos en el que resultaron dañados dos vehículos y fachadas de algunos predios, vecinos de la comisaría meridana de Molas hicieron justicia con su propia mano.
Tras atrapar a uno de los pandilleros, lo amarraron a un poste, hasta que llegaron los elementos de la SSP para rescatarlo antes de que fuera linchado.
Según se supo, durante las primeras horas de ayer, vándalos de esta comisaría meridana iniciaron un zafarrancho en la calle 20 con 21, a una cuadra de la plaza principal, cerca de los palcos de la corrida.
En la reyerta, los pandilleros usaron piedras y palos que dañaron dos vehículos, entre ellos un Tsuru, así como fachadas de algunos predios.
Ante la furia del pueblo, varios vecinos tocaron las campanas de la iglesia para avisar a la gente para reunirse y defenderse de los pandilleros.
Mientras que los jóvenes huyeron despavoridos a sus casas en donde sus familiares sacaron machetes y escondieron a sus “valientes” parientes.
Sin embargo, la gente logró capturar a uno de ellos y luego de propinarle una golpiza lo amarraron a un poste de concreto en espera de las autoridades.