Aseveró que “el pecado de las prácticas homosexuales está vigente, sigue siendo un pecado grave, como pecado es robar, como pecado es el adulterio, como pecado es difamar, pues también las relaciones homosexuales son un pecado grave, lo siguen siendo (…)”.
Mencionó que “el hecho de que el Papa haya dicho que se les pida disculpas no exime de que ese tipo de relaciones sean pecaminosas”.
El Sumo Pontífice expresó el pasado 26 de junio: “la Iglesia católica debe disculparse con los homosexuales por haberlos marginado y por darles un trato ‘escandaloso’ (…) y deberían buscar el perdón de los gays por el modo en que los han tratado”.
Sin embargo, Valdemar arremetió otra vez contra los homosexuales y aseguró que no se cambiará el discurso duro contra la comunidad gay.
“Por supuesto que no ni bajaremos en absoluto la guardia ni la fuerza en decir que esta situación es inaceptable y hay un firme oposición de la Iglesia a estas uniones (…)”, precisó.
“La Iglesia tiene un deber profético de decir la verdad, de defender la verdad y los principios de nuestra fe”, dijo.
Añadió que “oponernos o estar en desacuerdo, no es lo mismo que discriminar u odiar. Eso es una manipulación que hacen los que opinan y un chantaje que hacen muchos lobbies (colectivos) que quisieran silenciarnos y callarnos”.
En ese contexto, acusó a esos grupos de “tomar de excusa esas palabras del Papa que son razonables y que tienen que pedir perdón quien los ha ofendido, pero no quien nos oponemos a ese tipo de matrimonios porque son contrarios a la ley natural, a lo que nos dice la sagrada escritura, a lo que la iglesia ha enseñado a lo largo de los siglos y a lo que está en el catecismo de la Iglesia católica”.
Asimismo, se deslindó de disculparse con los homosexuales al subrayar que “deben pedir perdón quien los ha ofendido; me parece que en este caso particular de las personas con tendencias homosexuales, si alguien las ha marginado, si alguien les ha hecho daño pues por supuesto que tiene la obligación moral de pedir disculpas”.
Y puntualizó: “Quien ha hecho o ha incurrido este tipo de actitudes ofensivas o de marginación pues lógicamente tendrá que pedir perdón, creo que en eso estamos de acuerdo con el Papa”.
Añadió que desde la perspectiva de la Arquidiócesis “nunca los hemos ofendido (a los gays) ni discriminado, ni dañado, pues ciertamente no tenemos motivo para pedirles perdón”.
Sobre la línea que mantiene el clero mexicano, que descarta los matrimonios igualitarios, señaló: “la doctrina de la Iglesia católica es muy clara cuando dice que las relaciones homosexuales son intrínsecamente desordenadas; es decir, son pecado grave, son materia de confesión, por eso, quienes se arrepienten de esto va y se confiesan y reciben el sacramento de la penitencia”.
Agregó que el Papa “tampoco ha cambiado que las relaciones homosexuales no sean pecado; eso es la moral de la Iglesia de todos los tiempos, lo afirma San Pablo en la sagrada escritura, toda la tradición bíblica y eso no lo puede cambiar el Pontífice ni lo ha hecho”.
Fuente La Razón
