Malecón de Progreso escenario de un pleito a golpes entre masajistas

La masajista Wendy Alvarado, de 38 años de edad, interpuso denuncia penal con el número FI- FI / 001531 / 2016 contra Marina Castro y sus dos hijas, por agresión y lesiones físicas en el cuello y porque, supuestamente, invadió “su nuevo espacio” en la playa, con una concesión inconsistente, otorgada por la Profepa y Semarnat.
De nueva cuenta, se armó otro espectáculo bochornoso y denigrante, en la playa, entre masajistas, en esta ocasión a las 13:30 horas, cuando Wendy Alvarado fue agredida por Karen y Eleny Salas, hijas de Marina Castro quien se unió a la agresión.
Según versión de la afectada, cuando ella cruzaba por el nuevo espacio otorgado a Marina Castro, que es considerado por todos como paso de calle a la playa, esta última alegó que es su área, pero el problema empezó cuando estaba pregonando el servicio de banana, y una clienta que la llamó estaba sentada en las mesas con sombrillas de Marina Castro, la cual es dueña de varias camas de masaje, y ahora da servicio de restaurante. (Como está contemplado por usos y costumbres, cuando un cliente te habla, por respeto se acerca uno para ver qué necesita o requiere).
Cuando ella se acercó a los turistas llegaron Karen y Eleny Salas, hijas de Marina, y la empezaron a agredir en forma verbal, le gritaron “que se vaya, deje de estar fastidiando a los clientes”.
En eso los clientes la defendieron, dijeron que no los estaba fastidiando y que ellos la llamaron, pero ya venía la agresión directa de las dos hijas, una la sujetó por detrás, mientras la otra se daba gusto y se les unió la madre Marina Castro.
Según declaró al periódico Por Esto!, todo esto se debió a la “nueva concesión” otorgada por la Profepa y Semarnat, un espacio considerado por años como paso libre de turistas, que fue requerido hace años por otras personas, pero les fue negado por las mismas dependencias federales
Esta concesión tiene muchas inconsistencias, ya que instaló en un pequeño espacio alrededor de 12 mesas con sombrillas, y alegó Marina Castro que es de carácter ilimitado.
La afectada, después de la agresión directa y ante el espectáculo bochornoso, de inmediato acudió a interponer su demanda al Ministerio Público, diciendo “que su agresora hace dos semanas se instaló y no quiere que pase nadie de la competencia, para que no le hagan sombra; incluso tomó posesión de un toldo que instaló una marca refresquera para la Cruz Roja, el se lo adjudicó como oficina, donde hacen sus negocios y contratos.
Así que por enésima vez, se hace un recordatorio a los inspectores de la zona federal, para que acudan a la playa a solucionar o evitar problemas como el de este caso.
Muchos quieren saber cuál es el secreto que tiene Marina Castro para conseguir concesiones a diestra y siniestra, cuando a todos se les ha negado.