“Esta noche vamos a publicar un reportaje sobre una serie de irregularidades cometidas por el presidente Peña Nieto en su tesis de licenciatura. Quisiéramos una versión de la presidencia o de él, en particular.
Si lo considera necesario, podemos reunir (sic) con usted para mostrarle el material que hemos corroborado.”
En virtud de que no puedo dar versiones de algo que desconozco, le pedí que me enviara sus preguntas. Me respondió lo siguiente a las 13:26, vía correo electrónico:
- “No tenemos un formulario con varias preguntas, nuestro interés es saber si tiene un comentario sobre lo que publicaremos.
“A partir de una revisión de la tesis “El presidencialismo mexicano y Álvaro Obregón (…), se detectaron párrafos con citas mal hechas y un amplio porcentaje de plagio a por lo menos diez de los autores referidos en su bibliografía.
“Queremos saber si la Presidencia o el señor Enrique Peña Nieto tendrían algo que comentar al respecto. “
“En caso de que lo consideren necesario, el día de hoy podríamos mostrarle a usted o a él los elementos con los que se sostiene este reportaje.”
Reitero que no puedo dar una versión sobre algo que desconozco por lo que le pedí que me enviara la información concreta de la que necesitaba comentarios. En respuesta a mi petición sólo me envió este cuadro:
Con base a lo anterior, a continuación respondo con el comentario que me solicitó Rafael:
El licenciado Peña Nieto presentó esa tesis hace 25 años. Cumplió con los requisitos establecidos por la Universidad Panamericana para titularse como abogado.
Por lo visto errores de estilo como citas sin entrecomillar o falta de referencia a autores que incluyó en la bibliografía son, dos décadas y media después, materia de interés periodístico.
Bienvenida la crítica y el debate.