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Ya es oficial, además de asombroso: Silvio Berlusconi está de vuelta en la política italiana. “Il cavaliere”, el cuatro veces primer ministro italiano, que cumplirá 81 años en septiembre, podrá verse afectado por escándalos sexuales e impedido de ocupar cargos públicos después de una condena por fraude fiscal. Pero eso no le ha impedido emerger como una potente fuerza política antes de las elecciones parlamentarias a principios del próximo año.
Su primera tarea para lograrlo es apoderarse del liderazgo de la derecha. Rejuvenecido por un éxito sorpresivo en las elecciones locales de junio, Forza Italia, su partido, está en alianza con la Liga Norte, el grupo de extrema derecha dirigido por Matteo Salvini. Según una encuesta reciente, ambas partes están alcanzando algo más del 15 por ciento en la intención de voto.
La actual ley electoral de Italia afirma que un partido o coalición necesita el 40 por ciento de los votos para obtener una mayoría en la cámara baja, y un 50 por ciento para hacerlo en el Senado. Un esfuerzo para reformar esta medida en el otoño, que espera asegurar que el país siga siendo gobernable, generará un debate acalorado, ya que podría beneficiar a los grupos de la derecha, dentro de los cuales ya se sabe estará Berlusconi.
Forza Italia y la Liga Norte están individualmente muy lejos del Partido Demócrata del exprimer ministro Matteo Renzi, que tiene un 26,9 por ciento, mientras que los euroescépticos se cuentan con un 27,6 por ciento. Pero todo esto podría cambiar para el próximo año según los expertos.
El enfrentamiento concreto por liderar a la derecha se establece entre el propio Berlusconi y Salvini, quien es un ambicioso dirigente que fue capaz de transformar la Liga del Norte de una fuerza política en gran parte regional, a un partido populista nacional. Por el momento, Salvini está ganando. Según una encuesta reciente, el 48 por ciento dijo que consideraba a Salvini como el líder de la derecha. Berlusconi se quedó atrás con un 31 por ciento, pero está creciendo rápidamente, y en última instancia serán los votantes quienes decidan.
Mientras que Berlusconi está actualmente excluido de cargos públicos hasta 2019 debido a una condena por fraude fiscal, ha apelado el fallo ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo, y se espera una decisión favorable para él durante el mes de noviembre.
Después de recuperarse de una cirugía a corazón abierto el año pasado, Berlusconi se ha posicionado como un "padre de la nación" renacido, en marcado contraste con su extravagante pasado. Su mensaje centrista lo ha ayudado a atraer el apoyo de los votantes moderados, postergando el tono a menudo beligerante de otras épocas. La realidad es que Berlusconi volverá con fuerza, y eso es algo que dará mucho más de qué hablar.
