Noticias de Yucatán
El Juzgado Segundo de Control halló culpable a Mario Rebolleda
Vieyra, acusado de abusar sexualmente de su propia hija, a quien obligaba a
participar en juegos eróticos, a pesar de que apenas tiene cuatro años de edad.
El sujeto confesó los abusos y en estos días se hará
pública su sentencia, que será menor a la máxima por el delito que se le
atribuye, pues se tomará en cuenta que se apegó a un procedimiento abreviado y
confesó el delito.
Está en libertad condicional, pues no concretó la
violación, de manera que se le acusa solo de abuso sexual, lo que le permite
enfrentar el proceso en libertad, usando un brazalete localizador y sometido a
vigilancia por parte del Centro Estatal.
En los hechos confesados por el imputado ante la
autoridad judicial se expone que abusaba sexualmente de su hija de cuatro años
de edad, puesto que la desvestía y le hacía caricias obscenas.
El 4 de diciembre del 2014, aproximadamente a las 5 de la
mañana, la madre de la menor escuchó un ruido producido al abrirse la puerta de
miriñaque que separa la escalera de los cuartos y al asomarse a ver qué pasaba,
vio que se trataba de su esposo, quien se suponía ya se había ido a trabajar.
La mujer le pregunto qué ocurría y él dijo que se le
habían olvidado las llaves de la camioneta, pero vio que el marido entró al
cuarto de su hija, por lo que pensó que fue a despedirse de la menor.
Minutos después la escuchó llorar y al ir a verla, le
dijo que la llevara a dormir a su lado porque tenía mucho miedo, percatándose
que no tenía ropa de la cintura hacia abajo.
Días después, el 7 de diciembre, al estarla bañando la
menor dijo que le dolía sus partes íntimas y posteriormente despertaba por las
noches llorando, de manera que la llevó con profesionistas que determinaron que
la menor había vivido una situación emocionalmente traumática, cuya naturaleza muestra
ser de carácter sexual proveniente de la figura del padre.