Noticias de Yucatán
ESTADOS UNIDOS.- Un
hombre de 31 años murió la semana pasada después de ser diagnosticado con una
rara infección bacterial conocida como fascitis necrotizante, producida por una
bacteria carnívora, según informó este lunes el Distrito de Salud del condado
de Galveston.
El hombre fue identificado como Josué Pérez Zurita, según el Houston Chronicle. Él estaba ayudando a reparar varias casas destruidas por las inundaciones tras el huracán Harvey.
Pérez Zurita fue al hospital el 10 de octubre con una herida seriamente infectada en la parte superior de su brazo izquierdo y fue diagnosticado con fascitis necrotizante, según Distrito de Salud del condado de Galveston.
En un obituario publicado en el sitio web de Carnes Brothers Funeral Home, con sede en Galveston, Pérez Zurita, oriundo de Oaxaca, México, fue descrito como “un padre amoroso y un carpintero trabajador” que llegó a Estados Unidos de México para ayudar a su familia y “se quedó para ayudar con la reconstrucción después del huracán Harvey”.
La muerte de Pérez Zurita llega después de que Nancy Reed, una mujer de 77 años, residente en el área de Houston, muriera en septiembre por fascitis necrotizante relacionada con las inundaciones de Harvey.
J.R. Atkins, un exintegrante de los servicios de emergencia, también contrajo una infección por una bacteria 'comecarne' pero sobrevivió, según reportó la afiliada de CNN, KTRK. Él había navegado por las inundaciones para registrar a los vecinos afectados por el huracán, según una publicación de Facebook hecha en septiembre.
“Estamos sorprendidos de ver tres de estas bacterias en la región, pero dada la exposición a toda la construcción y posibles lesiones que las personas tendrían… no debería ser sorprendente. Está dentro de lo que esperaríamos dadas esas cifras”, dijo el doctor Philip Keiser, de la autoridad local de salud del condado de Galveston.
Sin embargo, infecciones como la fascitis necrotizante son muy raras, dice Keiser. Desde 2010, entre 700 a 1.100 casos ocurren cada año en Estados Unidos, según los Centros de Control y Prevención (CDC) de Enfermedades.
Varios tipos de bacterias pueden causar fascitis necrotizante, según el Instituto Nacional de Salud. Una infección como esta puede propagarse rápidamente y matar el tejido suave del cuerpo, especialmente si infecta una herida que no haya sido atendida adecuadamente, dice Keiser. La infección también puede volverse letal en un corto periodo de tiempo.
“Lo que ocurre es que, cuando tienes cualquier tipo de herida abierta en la piel, esa área —entre la piel y el músculo— es un espacio bastante abierto donde las bacterias pueden crecer”, dice Keiser.
“He visto esas cosas propagarse en cuestión de horas. Incluso en un caso, mientras examinaba a un paciente pude ver una propagación roja durante el tiempo que estuve examinándolo, y ese es el peligro real de esto”, agregó Keiser. “Mientras se expande, gana espacio entre el músculo y la piel, y mientras lo hace, mata los nervios y los vasos sanguíneos pueden coagularse”.
Para prevenir estas infecciones mortales, es clave un apropiado cuidado a las heridas, según Keiser y los CDC.
Mantén heridas abiertas cubiertas con bandas limpias y secas hasta que sanen, especialmente si estás trabajando en inundaciones, y evita contacto con cuerpos naturales de agua si tienes una herida abierta. No demores en tratar heridas menores no infectadas y lava tus manos con jabón y agua.
También, si notas cualquier enrojecimiento o hinchazón en una herida, o si tienes fiebre, busca atención médica.
El hombre fue identificado como Josué Pérez Zurita, según el Houston Chronicle. Él estaba ayudando a reparar varias casas destruidas por las inundaciones tras el huracán Harvey.
Pérez Zurita fue al hospital el 10 de octubre con una herida seriamente infectada en la parte superior de su brazo izquierdo y fue diagnosticado con fascitis necrotizante, según Distrito de Salud del condado de Galveston.
En un obituario publicado en el sitio web de Carnes Brothers Funeral Home, con sede en Galveston, Pérez Zurita, oriundo de Oaxaca, México, fue descrito como “un padre amoroso y un carpintero trabajador” que llegó a Estados Unidos de México para ayudar a su familia y “se quedó para ayudar con la reconstrucción después del huracán Harvey”.
La muerte de Pérez Zurita llega después de que Nancy Reed, una mujer de 77 años, residente en el área de Houston, muriera en septiembre por fascitis necrotizante relacionada con las inundaciones de Harvey.
J.R. Atkins, un exintegrante de los servicios de emergencia, también contrajo una infección por una bacteria 'comecarne' pero sobrevivió, según reportó la afiliada de CNN, KTRK. Él había navegado por las inundaciones para registrar a los vecinos afectados por el huracán, según una publicación de Facebook hecha en septiembre.
“Estamos sorprendidos de ver tres de estas bacterias en la región, pero dada la exposición a toda la construcción y posibles lesiones que las personas tendrían… no debería ser sorprendente. Está dentro de lo que esperaríamos dadas esas cifras”, dijo el doctor Philip Keiser, de la autoridad local de salud del condado de Galveston.
Sin embargo, infecciones como la fascitis necrotizante son muy raras, dice Keiser. Desde 2010, entre 700 a 1.100 casos ocurren cada año en Estados Unidos, según los Centros de Control y Prevención (CDC) de Enfermedades.
Varios tipos de bacterias pueden causar fascitis necrotizante, según el Instituto Nacional de Salud. Una infección como esta puede propagarse rápidamente y matar el tejido suave del cuerpo, especialmente si infecta una herida que no haya sido atendida adecuadamente, dice Keiser. La infección también puede volverse letal en un corto periodo de tiempo.
“Lo que ocurre es que, cuando tienes cualquier tipo de herida abierta en la piel, esa área —entre la piel y el músculo— es un espacio bastante abierto donde las bacterias pueden crecer”, dice Keiser.
“He visto esas cosas propagarse en cuestión de horas. Incluso en un caso, mientras examinaba a un paciente pude ver una propagación roja durante el tiempo que estuve examinándolo, y ese es el peligro real de esto”, agregó Keiser. “Mientras se expande, gana espacio entre el músculo y la piel, y mientras lo hace, mata los nervios y los vasos sanguíneos pueden coagularse”.
Para prevenir estas infecciones mortales, es clave un apropiado cuidado a las heridas, según Keiser y los CDC.
Mantén heridas abiertas cubiertas con bandas limpias y secas hasta que sanen, especialmente si estás trabajando en inundaciones, y evita contacto con cuerpos naturales de agua si tienes una herida abierta. No demores en tratar heridas menores no infectadas y lava tus manos con jabón y agua.
También, si notas cualquier enrojecimiento o hinchazón en una herida, o si tienes fiebre, busca atención médica.