Noticias de Yucatán
El SAT dio a los contribuyentes y empresarios un mes más
para migrar a la factura electrónica 3.3 y para agilizar ese paso, el principal
problema no es tecnológico, sino logístico.
Israel Coto, director para México de Microsip, señaló que el siguiente paso para los que aún no realizan dicha migración es poner atención al aspecto de la homologación de productos con los catálogos del SAT, un tema de logística interna de la empresa.
“Lo primero es poner atención a la homologación de los códigos, sentarse con el contador, el proveedor y hacer esa homologación de cada artículo con las nuevas claves del SAT. Ahí es donde existe un atorón importante porque las empresas deben hacer ese trabajo, el proveedor de sistemas no le puede decir a un negocio a que familia pertenece un desarmador, por ejemplo”, señaló en entrevista.
“La recomendación es empezar ya a revisar y apresurar esa homologación entre el catálogo del SAT y sus productos, brincando esa parte lo demás ya puede ser mucho más rápido”, indicó.
Israel Coto, director para México de Microsip, señaló que el siguiente paso para los que aún no realizan dicha migración es poner atención al aspecto de la homologación de productos con los catálogos del SAT, un tema de logística interna de la empresa.
“Lo primero es poner atención a la homologación de los códigos, sentarse con el contador, el proveedor y hacer esa homologación de cada artículo con las nuevas claves del SAT. Ahí es donde existe un atorón importante porque las empresas deben hacer ese trabajo, el proveedor de sistemas no le puede decir a un negocio a que familia pertenece un desarmador, por ejemplo”, señaló en entrevista.
“La recomendación es empezar ya a revisar y apresurar esa homologación entre el catálogo del SAT y sus productos, brincando esa parte lo demás ya puede ser mucho más rápido”, indicó.
Edgardo Martínez, director de Gosocket, coincidió en que
esta parte implica un trabajo complejo, aunque dependerá de la cantidad de
artículos de la empresa.
“Pensemos en un cliente con 5 mil productos, el trabajo no es tecnológicos, es logístico, es decir, arrastrar el lápiz y decir mi producto ‘1’ con nombre ‘tal’ y clave ‘tal’ ante el SAT tiene esta clave, las unidades de medida y todo esto”, dijo.
Señaló que los que no terminen dicha homologación, sí podrán facturar con la nueva versión aunque invertirán mucho más tiempo por cada factura emitida ya que lo harán sobra la marcha.
“La gente tiene que invertir mucho tiempo en homologar lo que tiene con lo que dice el SAT. Los que salgan en vivo a la versión 3.3 cada vez que hagan una nueva factura, deban validar ese catálogo del SAT, invertirá más tiempo en hacer cada factura pero lo podrá hacer sin problema”, señaló.
Ambos coincidieron en que la prórroga es buena debido a que a diferencia de reformas anteriores, esta implicó un tema logístico más complejo, pese a que se anunció desde el primero de julio de este año.
“Alargar un poco el plazo es bueno, aunque a pesar de que nos digan con un año de anticipación siempre dejamos todo al último, no es tan fácil y rápida la migración, hay un proceso intermedio que nos detiene”, señaló Coto. (El Financiero).
“Pensemos en un cliente con 5 mil productos, el trabajo no es tecnológicos, es logístico, es decir, arrastrar el lápiz y decir mi producto ‘1’ con nombre ‘tal’ y clave ‘tal’ ante el SAT tiene esta clave, las unidades de medida y todo esto”, dijo.
Señaló que los que no terminen dicha homologación, sí podrán facturar con la nueva versión aunque invertirán mucho más tiempo por cada factura emitida ya que lo harán sobra la marcha.
“La gente tiene que invertir mucho tiempo en homologar lo que tiene con lo que dice el SAT. Los que salgan en vivo a la versión 3.3 cada vez que hagan una nueva factura, deban validar ese catálogo del SAT, invertirá más tiempo en hacer cada factura pero lo podrá hacer sin problema”, señaló.
Ambos coincidieron en que la prórroga es buena debido a que a diferencia de reformas anteriores, esta implicó un tema logístico más complejo, pese a que se anunció desde el primero de julio de este año.
“Alargar un poco el plazo es bueno, aunque a pesar de que nos digan con un año de anticipación siempre dejamos todo al último, no es tan fácil y rápida la migración, hay un proceso intermedio que nos detiene”, señaló Coto. (El Financiero).