Un misterioso caso que tiene una década sin resolverse en una tranquila provincia al oeste de Canadá y que colinda con Estados Unidos, vuelve a aparecer. Los habitantes encontraron un pie mutilado en una de sus costas. El sorprendente hallazgo volvió a despertar los fantasmas que giran en torno a una investigación.
El pie en estado de descomposición se encontraba dentro de un teni y fue descubierto por una mujer que caminaba por la orilla de la playa de la Isla de Vancouver, durante el fin de semana pasado.
British Columbia. Foto: AP
El miedo despierta cada año De acuerdo con la cadena CNN, la primera hipótesis indica que son restos humanos, pero para aclarar todas las días le harán chequeos en la próximas semanas.
El macabro hallazgo conmocionó a la comunidad local, la cual comparte la frontera con Estados Unidos. Según los habitantes, desde el 2007, todos los años sucede lo mismo.
Sobre todo en las playas de British Columbia, la región canadiense más occidental del Océano Pacífico.
La primer extremidad encontrada se trató de un pie que provenía de la India. Los investigadores identificaron los restos como los de un hombre desaparecido que padecía depresión.
La policía con uno de las zapatillas encontradas. Canadian Press
A los seis días, una pareja encontró otro en una situación similar, pero que provenía de Estados Unidos. Este último hallazgo sería el número 18
El vocero de la policía local sostuvo que "no hay razón para creer que los casos estén conectados entre sí". Sin embargo, cuando en la conferencia de prensa le preguntaron el motivo por el cual aparecían siempre en la misma zona, el agente no supo qué responder.
Espeluznantes hipótesis
Pero a lo largo de todo este tiempo, los pobladores tienen sus propias teorías sobre el caso.
En 2008, un artículo del diario Toronto Star aseguraba que "la especulación va desde desastre naturales, como el tsunami de Indonesia en 2004, traficantes de drogas hasta asesinos en serie".
Ese mismo año, un especial de The Guardian apuntaba a un "juego sucio", relacionado a una rutina macabra de algún barco que tuviese rehenes. Pero la oficina forense de British Columbia disipó todas estas hipótesis. Barb McLintoc, que trabaja en el organismo, apuntó que esto no sería el trabajo de un criminal.
Y tampoco se debe a una conspiración o fenómeno sobrenatural. De hecho, sostiene que todos los individuos identificados se suicidaron o murieron accidentalmente, en su mayoría cerca de la costa.
Y gracias a la descomposición, los pies se separaron del resto del cuerpo. Y no debido a una mutilación.
