En México, cerca de 30 millones de mexicanos labora en la informalidad, lo cual se encuentra vinculado a un ciclo de precariedad y pobreza, donde dos de cada cinco personas ocupadas mantienen un ingreso que no les permite alcanzar un mínimo bienestar, alertó el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), en su reporte "Bajos salarios, informalidad y pobreza, la debilidad social del modelo económico".
Si bien durante 2012 y en lo que va de 2017 se han generado 3.6 millones adicionales de personas ocupadas, la creación del mismo se ha dado en los menores rubros de salarios, mientras que en los rangos de mayores ingresos se ha reducido:
En el total de personas ocupadas el crecimiento ha sido del 7.4%, donde solo se han generado incrementos en los rangos de menores ingresos:
Hasta un salario mínimo: 15.5%; entre 1 y 2: 21.7%, entre 2 y 3: 3.3%, mientras que en los rangos salariales mayores a tres salarios mínimos, entre 3 y 5 y mayores a 5, se tuvo una caída, del -9.6% y -30.6%, correspondientemente.
El mercado laboral refleja la realidad económica social del país: las entidades federativas que mantienen la mayor proporción personas ocupadas que no reciben ingresos y con ingresos de hasta un salario mínimo, corresponde con los estados con mayor pobreza y mayor informalidad.
"México no debe preocuparse sólo por la creación de empleo, la calidad del mismo también es relevante, de ello depende el nivel de ingreso, la seguridad social e incluso la estabilidad familiar", concluye el análisis.