Retiran de exposición en convento de Río pesebre con figuras de homosexuales

28 diciembre 2017
Noticias de Yucatán 
Un convento del centro de Río de Janeiro que tradicionalmente organiza por esta época navideña una exposición de pesebres retiró hoy de su muestra un nacimiento que incluía entre los santos las figuras de una pareja de homosexuales y de una prostituta.

El Convento de Santo Antonio explicó que el pesebre fue incluido en la exposición por haber sido presentado como una representación que acoge a los excluidos de la sociedad pero que decidió retirarlo tras presiones de grupos conservadores para evitar un escándalo.

"Con el fin de evitar escándalos que en nada contribuyen para fomentar el espíritu de Navidad, los organizadores de la muestra decidieron retirar la obra", informó en un comunicado la Provincia Franciscana de la Inmaculada Concepción de Brasil, propietaria del convento.

La comunidad religiosa asegura que algunos grupos malinterpretaron un pesebre que, como obra artística, tan solo busca promover el diálogo con los excluidos y la misericordia.

En el pesebre retirado, cuyo fondo son recortes de periódico en que son resaltadas expresiones como "justicia para todos" y "diálogo", los santos tradicionales son observados de cerca por las figuras de dos hombres abrazados y una mujer en minifalda y ropas provocadoras, así como por figuras que representan a presos, enfermos y mendigos.

El cuestionado pesebre fue elaborado hace más de quince años por el artista plástico brasileño Luciano de Almeida y era exhibido por primera vez en Río de Janeiro tras haber sido expuesto en otras ciudades brasileñas como Sao Paulo y hasta en otros países como Alemania e Italia.

Almeida, de 38 años, aseguró que la obra en barro cocido retrata a los desamparados de la sociedad, que, según los evangelios, son los "predilectos del Señor", y agregó que, en las diferentes exposiciones en las que fue expuesto, el pesebre ganó elogios y hasta premios y nunca críticas.

El veto al pesebre se produjo al final de un año que se ha caracterizado por la censura que han impuesto grupos conservadores a representaciones artísticas que abordan temas polémicos en Brasil.

Brasil vive una intensa guerra cultural en que exposiciones y obras de teatro son tildadas de ofensivas, inmorales y blasfemas por grupos ultraconservadores, que han conseguido vetar algunas.

Esta guerra comenzó en agosto cuando una exposición sobre la diversidad sexual en la historia del arte brasileño fue suspendida en la ciudad de Porto Alegre por presiones del Movimiento Brasil Libre (MBL), un grupo que nació en 2014 con las protestas contra la entonces presidenta socialista Dilma Rousseff, destituida por el Congreso en 2016 y sustituida por el conservador Michel Temer.

El cuestionado pesebre fue elaborado hace más de quince años por el artista plástico brasileño Luciano de Almeida y era exhibido por primera vez en Río de Janeiro tras haber sido expuesto en otras ciudades brasileñas como Sao Paulo y hasta en otros países como Alemania e Italia.

Almeida, de 38 años, aseguró que la obra en barro cocido retrata a los desamparados de la sociedad, que, según los evangelios, son los "predilectos del Señor", y agregó que, en las diferentes exposiciones en las que fue expuesto, el pesebre ganó elogios y hasta premios y nunca críticas.

El veto al pesebre se produjo al final de un año que se ha caracterizado por la censura que han impuesto grupos conservadores a representaciones artísticas que abordan temas polémicos en Brasil.

Brasil vive una intensa guerra cultural en que exposiciones y obras de teatro son tildadas de ofensivas, inmorales y blasfemas por grupos ultraconservadores, que han conseguido vetar algunas.

Esta guerra comenzó en agosto cuando una exposición sobre la diversidad sexual en la historia del arte brasileño fue suspendida en la ciudad de Porto Alegre por presiones del Movimiento Brasil Libre (MBL), un grupo que nació en 2014 con las protestas contra la entonces presidenta socialista Dilma Rousseff, destituida por el Congreso en 2016 y sustituida por el conservador Michel Temer.

Los críticos dijeron que la muestra, con 270 obras de 85 artistas, era una blasfemia hacia símbolos religiosos y también impidieron que la exposición fuera exhibida en Río, cuyo alcalde, el obispo evangélico Marcelo Crivella, la vetó sin ningún tapujo.

Entre otras manifestaciones vetadas figura la obra de teatro "El evangelio según Jesús, reina del cielo", en la que Jesús es representado por una travesti y fue impedida de ser escenificada en varias ciudades, y una exposición con una pintura en la que Cristo aparece con varios brazos como el dios hindú Shiva. EFE


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