Noticias de Yucatán
El pez león es una especie que se reproduce fácilmente, no tiene depredadores y pone en riesgo a la fauna marina que habita en el arrecife mesoamericano entre Cabo Catoche al norte de Quintana Roo hasta Belice, Guatemala y Honduras.
En busca de controlar su población científicos de cuatro centros de investigación y autoridades ambientales de Yucatán y Quintana Roo realizan una estrategia para evitar que esta especie aumente en el litoral mexicano.
Entre ellas está su captura en la que participan pescadores y buzos a quienes se les paga entre 350 a 450 pesos por día para extraer esta especie y promover el consumo de su carne
Cristóbal Cáceres, de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, informó “nos ayudan a capturar estos ejemplares y se les paga un tipo de jornal por día en la captura del pez león”.
En los últimos 11 meses más de tres toneladas de pez león han sido extraídas desde Chetumal, en Quintana Roo, hasta Celestún, en Yucatán.
Todo lo que se extrae se consume o se lleva al laboratorio de las universidades y centros de investigación para estudiar la especie.
Elías Caamal, analista de monitoreo del Parque Marino de Isla Mujeres, señaló: “El registro de datos, parámetros ambientales y físicos de los peces nos permiten llevar a cabo un análisis para determinar distribución y abundancia”.
La picadura de este pez es dolorosa para los humanos y puede provocar náuseas y problemas respiratorios, pero normalmente no es mortal.
Los investigadores señalan que el consumo de su carne no afecta al ser humano y es alta en proteínas.
Luís Quijano, investigador de la Universidad de Yucatán, indicó: “El veneno se encuentra en las espinas y en una toxina que se desnaturaliza con el calor o sea que cuando se fríe el veneno ya no tiene ningún problema y no tiene problema para consumirse”.
El pez león consume especies comerciales como langosta y mero, por ello se promueve su erradicación. Noticieros Televisa.
El pez león es una especie que se reproduce fácilmente, no tiene depredadores y pone en riesgo a la fauna marina que habita en el arrecife mesoamericano entre Cabo Catoche al norte de Quintana Roo hasta Belice, Guatemala y Honduras.
En busca de controlar su población científicos de cuatro centros de investigación y autoridades ambientales de Yucatán y Quintana Roo realizan una estrategia para evitar que esta especie aumente en el litoral mexicano.
Entre ellas está su captura en la que participan pescadores y buzos a quienes se les paga entre 350 a 450 pesos por día para extraer esta especie y promover el consumo de su carne
Cristóbal Cáceres, de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, informó “nos ayudan a capturar estos ejemplares y se les paga un tipo de jornal por día en la captura del pez león”.
En los últimos 11 meses más de tres toneladas de pez león han sido extraídas desde Chetumal, en Quintana Roo, hasta Celestún, en Yucatán.
Todo lo que se extrae se consume o se lleva al laboratorio de las universidades y centros de investigación para estudiar la especie.
Elías Caamal, analista de monitoreo del Parque Marino de Isla Mujeres, señaló: “El registro de datos, parámetros ambientales y físicos de los peces nos permiten llevar a cabo un análisis para determinar distribución y abundancia”.
La picadura de este pez es dolorosa para los humanos y puede provocar náuseas y problemas respiratorios, pero normalmente no es mortal.
Los investigadores señalan que el consumo de su carne no afecta al ser humano y es alta en proteínas.
Luís Quijano, investigador de la Universidad de Yucatán, indicó: “El veneno se encuentra en las espinas y en una toxina que se desnaturaliza con el calor o sea que cuando se fríe el veneno ya no tiene ningún problema y no tiene problema para consumirse”.
El pez león consume especies comerciales como langosta y mero, por ello se promueve su erradicación. Noticieros Televisa.