Noticias de Yucatán
Michoacán.- El destino de la adolescente Estephanie Rubí Estrada quedó marcado aquel 19 de abril de 2017, al entrar a trabajar en una purificadora en la región uruapense de esta entidad.
La niña, de 13 años estaba muy interesada en comenzar a trabajar y su madre convencida de que sería bueno para ella empezar a saber lo que era ganarse la vida, aunque fuera por el período vacacional de semana santa. Además de que estaba a tres cuadras de su casa y eso la tranquilizaba un poco más.
El encargado del establecimiento, Luis Alberto Hurtado Mora, de 37 años, había estado mandándole mensajes a la menor, para que se presentara a trabajar, su interés iva más allá de lo laboral, en su cabeza ya tenía otros planes siniestros para su empleada.
Esa mañana de miércoles, Estephanie, tomó su licuado y salió de su domicilio temprano y se dirigió a su trabajo, al cual ya en ese tiempo iva de auxiliar ya que, de acuerdo a las instrucciones de su jefe, Luis A., le había dicho que ya no trabajara ahí.
Antes de salir de casa, se regresó de la puerta y se despidió cariñosamente de su madre, Claudia, diciéndole "Te amo", siendo la última vez que escucharía esas palabras de su hija preciada hija.
La llegada al mundo de Estephanie no fue fácil
Claudia Garibay Huitzaca, trajo al mundo a su hija mayor a los 16 años, el alumbramiento ocurrió un 2 de Junio de 2003 en esta región de Uruapán. Era madre soltera, su pareja había decidido alejarse y moría de miedo de tener sola a una bebé, sin embargo también fue impulso para decidir salir adelante para que nada le faltará a su pequeña.
La hora de llegada de Rubí a casa era a las catorce horas. Al ver que eran las catorce treinta, la madre, ya preocupada, se dirigió a la purificadora, su preocupación aumentó cuando le hicieron saber que la niña nunca llegó. Y que Luis Alberto ya no trabajaba en el lugar.
Se dirigió nuevamente a su casa, y decidió llamar vía telefónica a Luis Alberto, y este le hizo saber que la niña “estaba en el cine”.
La madre insistió en que le dijera la verdad; el hombre le dijo que la niña le había pedido que le mandará esos mensajes para poder salir de casa. Pero Claudia no le creyó y le increpó.
Le dijo que no era posible que a su edad, se prestara a ese tipo de juegos. Mientras tanto las horas pasaban y ella no sabía nada de su hija pero decidió no esperar más y se dirigió a la agencia del Ministério Público de la localidad para interponer una denuncia por su desaparición.
En el lugar, le preguntaron cuantos años tiene, a lo que ella contestó, trece.
El encargado del ministerio le insinuó: que a la edad de su hija, muchas deciden irse con los novios pk en la mayoría de las casas están embarazadas.
Pero ella conocía a su hija y sospechaba que no era su caso, de cualquier forma le sugirieron esperar el tiempo establecido de 48 horas para que su denuncia fuera tomada. Esto la mantuvo despierta e intranquila toda la noche no había manera de comunicarse con ella pk no traía celular, lo había olvidado en casa.
El día 20 de abril, la hermana de Claudia llegó a casa en compañía de una amiga, una regidora del municipio. Al ver la falta de seriedad de las autoridades ante la desaparición de la pequeña, la regidora acompañó a la joven madre a poner nuevamente la denuncia.
Claudia les dió una foto de su hija a los agentes, los cuales se percató se hablaron en claves.
Momentos después, pasó con el Fiscal regional de Uruapan, después a dos oficinas más, la última de ellas de la de los desaparecidos sin alguna explicación.
“Me preguntaron si mi hija usaba collares. Conteste que sí. Me mostraron uno de estrella de mar y lo reconocí: era de mi Rubí.
Luego de esto la canalizaron con la Psicóloga. No entendí que pasaba, dijo Claudia, ¿Por qué me hacían tantas preguntas, porqué tantos misterios.
La Psicóloga tajante ante su desaparición le respondió “–Ah, ¿no quiere rodeos?, hay un cuerpo que encontramos en el río y tiene las características de su hija ¿Está preparada para verlo? y a decir verdad, no lo estaba, sentí que la sangre se me heló entre las venas.
Para este momento la abuela de Claudia y una hermana salieron de otra oficina, las invadían las lágrimas, vió el rostro de su hermana agachando la cabeza. En ese momento confirmó la terrible noticia. "Ahí supe que sí era Rubí"
Según los informes, el cuerpo de la menor, Rubí fue localizado en el río Cupatizio, estaba atorado en una piedra, a 20 metros de compuertas que destrozan los residuos que lleva el agua, por ese motivo la encontraron por que su cuerpo se atoró ahí.
La niña, de 13 años estaba muy interesada en comenzar a trabajar y su madre convencida de que sería bueno para ella empezar a saber lo que era ganarse la vida, aunque fuera por el período vacacional de semana santa. Además de que estaba a tres cuadras de su casa y eso la tranquilizaba un poco más.
El encargado del establecimiento, Luis Alberto Hurtado Mora, de 37 años, había estado mandándole mensajes a la menor, para que se presentara a trabajar, su interés iva más allá de lo laboral, en su cabeza ya tenía otros planes siniestros para su empleada.
Esa mañana de miércoles, Estephanie, tomó su licuado y salió de su domicilio temprano y se dirigió a su trabajo, al cual ya en ese tiempo iva de auxiliar ya que, de acuerdo a las instrucciones de su jefe, Luis A., le había dicho que ya no trabajara ahí.
Antes de salir de casa, se regresó de la puerta y se despidió cariñosamente de su madre, Claudia, diciéndole "Te amo", siendo la última vez que escucharía esas palabras de su hija preciada hija.
La llegada al mundo de Estephanie no fue fácil
Claudia Garibay Huitzaca, trajo al mundo a su hija mayor a los 16 años, el alumbramiento ocurrió un 2 de Junio de 2003 en esta región de Uruapán. Era madre soltera, su pareja había decidido alejarse y moría de miedo de tener sola a una bebé, sin embargo también fue impulso para decidir salir adelante para que nada le faltará a su pequeña.
La hora de llegada de Rubí a casa era a las catorce horas. Al ver que eran las catorce treinta, la madre, ya preocupada, se dirigió a la purificadora, su preocupación aumentó cuando le hicieron saber que la niña nunca llegó. Y que Luis Alberto ya no trabajaba en el lugar.
Se dirigió nuevamente a su casa, y decidió llamar vía telefónica a Luis Alberto, y este le hizo saber que la niña “estaba en el cine”.
La madre insistió en que le dijera la verdad; el hombre le dijo que la niña le había pedido que le mandará esos mensajes para poder salir de casa. Pero Claudia no le creyó y le increpó.
Le dijo que no era posible que a su edad, se prestara a ese tipo de juegos. Mientras tanto las horas pasaban y ella no sabía nada de su hija pero decidió no esperar más y se dirigió a la agencia del Ministério Público de la localidad para interponer una denuncia por su desaparición.
En el lugar, le preguntaron cuantos años tiene, a lo que ella contestó, trece.
El encargado del ministerio le insinuó: que a la edad de su hija, muchas deciden irse con los novios pk en la mayoría de las casas están embarazadas.
Pero ella conocía a su hija y sospechaba que no era su caso, de cualquier forma le sugirieron esperar el tiempo establecido de 48 horas para que su denuncia fuera tomada. Esto la mantuvo despierta e intranquila toda la noche no había manera de comunicarse con ella pk no traía celular, lo había olvidado en casa.
El día 20 de abril, la hermana de Claudia llegó a casa en compañía de una amiga, una regidora del municipio. Al ver la falta de seriedad de las autoridades ante la desaparición de la pequeña, la regidora acompañó a la joven madre a poner nuevamente la denuncia.
Claudia les dió una foto de su hija a los agentes, los cuales se percató se hablaron en claves.
Momentos después, pasó con el Fiscal regional de Uruapan, después a dos oficinas más, la última de ellas de la de los desaparecidos sin alguna explicación.
“Me preguntaron si mi hija usaba collares. Conteste que sí. Me mostraron uno de estrella de mar y lo reconocí: era de mi Rubí.
Luego de esto la canalizaron con la Psicóloga. No entendí que pasaba, dijo Claudia, ¿Por qué me hacían tantas preguntas, porqué tantos misterios.
La Psicóloga tajante ante su desaparición le respondió “–Ah, ¿no quiere rodeos?, hay un cuerpo que encontramos en el río y tiene las características de su hija ¿Está preparada para verlo? y a decir verdad, no lo estaba, sentí que la sangre se me heló entre las venas.
Para este momento la abuela de Claudia y una hermana salieron de otra oficina, las invadían las lágrimas, vió el rostro de su hermana agachando la cabeza. En ese momento confirmó la terrible noticia. "Ahí supe que sí era Rubí"
Según los informes, el cuerpo de la menor, Rubí fue localizado en el río Cupatizio, estaba atorado en una piedra, a 20 metros de compuertas que destrozan los residuos que lleva el agua, por ese motivo la encontraron por que su cuerpo se atoró ahí.
