Noticias de Yucatán
Sí, Gabriela Cuevas fue la que pagó la fianza
cuando el desafuero: una anti-lopezobradorista intolerante. Criticaba al peje
cuando tenía una cámara de televisión o un micrófono enfrente, se burlaba de
él. Hacía comerciales donde mencionaba que AMLO era un loco, un enfermo de poder,
un mentiroso. Sí, Gabriela Cuevas, la panista, la fresa, la insoportable.
Hoy, Gabriela Cuevas anunció su renuncia al PAN, y
dijo que apoyará a Andrés Manuel López Obrador en esta elección
presidencial.
Muchas críticas. ¡Y cómo no! Es entendible: “oigan,
¿estamos ‘aceptando’ a esa panista que significó, junto con Federico
Döring, el ala más burda, absurda y falaz del anti-lopezobradorismo panista? Es
entendible que la gente diga no. Es entendible que la gente se destanteé.
Que la gente se queje. Y que la gente vea a Gabriela Cuevas como
una oportunista.
Sí, es entendible, brutalmente entendible.
Sin embargo…
¿Qué significa la salida de Gabriela Cuevas del PAN y su
apoyo a López Obrador? Veamos:
Es simbólica. Una de las mujeres más antipeje en
la ciudad de México hoy renuncia al PAN y dice: “apoyo a AMLO”. Esto
significa el reconocimiento de la pronta victoria de López Obrador. Que
¡Gabriela Cuevas! se vaya del PAN y muestre su apoyo al “movimiento del
licenciado López Obrador”, debe interpretarse como que Morena va muy pero muy
arriba y que hasta los más burdos críticos del tabasqueño se dan cuenta
que es inminente su triunfo.
Es un duro golpe a Anaya y al PAN. No hay que engañarnos,
el PRI es un cadáver políticoen el país, y su candidato, un bodoque que no
va a subir en ninguna encuesta. Así pues, los que se sienten dueños de este
país apostarán al PAN y a sus aliados (el PRD y MC). La renuncia de Gabriela
Cuevas, una ex diputada del PAN, una ex jefa delegacional del PAN, una senadora
del PAN, es un gancho al hígado de Ricardo Anaya y muestra su
debilidad inmensa. Es decir, la apuesta más fuerte para “impedir” que gane AMLO
la presidencia, recibe hoy un golpe durísimo y evidencia que la estrategia
de Anaya, más que unir a los panistas a su alrededor, ha provocado escisiones
que son muy dolorosas y que lo tienen en un estado de shock. Así pues, el
contendiente de AMLO “más fuerte”, está ahora en la lona.
Es un mensaje de reconciliación y regeneración
nacional. Para cambiar a este país, primero que nada se precisa
plantear una reconciliación nacional. Una reconciliación que no sea
olvido, es decir, que no signifique impunidad. Que Gabriela Cuevas
renuncie al PAN y apoye a AMLO, es un mensaje no para que todas las ratas
salten y se integren a Morena, sino que significa una forma de construir una
comunidad desde la concordia.
No es que las cuitas de este país y su gente siempre
humillada se quiten y se borren. Lo que se debe buscar es que, ante el probable
triunfo de Andrés Manuel, se limen asperezas lo más posible y se construya una
nación distinta, donde haya justicia, donde se aspire a la equidad, y
donde los lastres como la pobreza, la corrupción y la impunidad, se vayan
desterrando. Limar asperezas no debe significa nunca impunidad. Ni olvido.
Sí, Gabriela Cuevas fue la del desafuero. Es una panista,
aunque renuncie al PAN. Durante muchos años fue la antipeje más
insoportable de la ciudad de México. Pero que ella apoye a AMLO no significa ni
cambio de ideología ni de estatutos ni de aspiraciones en Morena. Y mucho menos
debe significar división.
Los barcos del PRI y del PAN se están hundiendo, y entre
más hundidos estén, el fraude que quieren perpetrar para impedir el triunfo de
AMLO se les complicará tanto que no podrán hacerlo.
Por eso, que Cuevas apoye a AMLO, más que una
muestra del “pragmatismo lopezobradorista”, es un mensaje muy claro. Y también
es un golpe durísimo a todos los que desean impedir, por las buenas y por las
malas, el triunfo de Andrés Manuel.