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Un grupo de mensajeros en el este de China unieron sus manos para salvar a un niño que cayó del sexto piso de un edificio residencial el 22 de mayo.
El impresionante momento ocurrió en una comunidad del distrito de Jianggan de Hangzhou, provincia de Zhejiang, alrededor del mediodía, y quedó grabado por las cámaras de seguridad, según informó EFE.
Un niño de 4 años de edad estaba colgado en el borde del cuarto piso, después de caer de una ventana en el sexto piso.
Los mensajeros de la empresa de entregas Expreso Yunda, ubicada en la planta baja, se apresuraron a salvarlo tan pronto como descubrieron la situación.
Se reunieron abajo y trataron de atraparlo con sábanas, pero antes de que pudieran prepararse totalmente para recibir al niño, este resbaló, forzándolos a atraparlo con sus brazos también.
Su caída fue ligeramente amortiguada por un toldo puesto para tapar el sol, antes de que fuera capturado por los mensajeros.
El niño fue trasladado al hospital y se encuentra a salvo, su única lesión resultó en una quebradura en la pierna derecha. Uno de los rescatadores, Wang Rulin, se dislocó el brazo derecho en el proceso de atrapar al niño.
La familia del niño dijo que agradecería a los mensajeros en persona después de que su hijo estuviera en una condición estable.
Este evento renueva la esperanza de que China esté recuperando su verdadero espíritu solidario y sus valores tradicionales, ya que en los últimos años el comportamiento y la moralidad de los chinos venía declinando y ante un accidente -por lo general- primaba la indiferencia, tal como se registra en muchos videos que lograron trascender sus herméticas fronteras.
AQUÍ PUEDES VER EL VÍDEO
Un grupo de mensajeros en el este de China unieron sus manos para salvar a un niño que cayó del sexto piso de un edificio residencial el 22 de mayo.
El impresionante momento ocurrió en una comunidad del distrito de Jianggan de Hangzhou, provincia de Zhejiang, alrededor del mediodía, y quedó grabado por las cámaras de seguridad, según informó EFE.
Un niño de 4 años de edad estaba colgado en el borde del cuarto piso, después de caer de una ventana en el sexto piso.
Los mensajeros de la empresa de entregas Expreso Yunda, ubicada en la planta baja, se apresuraron a salvarlo tan pronto como descubrieron la situación.
Se reunieron abajo y trataron de atraparlo con sábanas, pero antes de que pudieran prepararse totalmente para recibir al niño, este resbaló, forzándolos a atraparlo con sus brazos también.
Su caída fue ligeramente amortiguada por un toldo puesto para tapar el sol, antes de que fuera capturado por los mensajeros.
El niño fue trasladado al hospital y se encuentra a salvo, su única lesión resultó en una quebradura en la pierna derecha. Uno de los rescatadores, Wang Rulin, se dislocó el brazo derecho en el proceso de atrapar al niño.
La familia del niño dijo que agradecería a los mensajeros en persona después de que su hijo estuviera en una condición estable.
Este evento renueva la esperanza de que China esté recuperando su verdadero espíritu solidario y sus valores tradicionales, ya que en los últimos años el comportamiento y la moralidad de los chinos venía declinando y ante un accidente -por lo general- primaba la indiferencia, tal como se registra en muchos videos que lograron trascender sus herméticas fronteras.
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