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Ciudad Obregón. Después haber permanecido desaparecida por dos años, Paola Alejandra Frías Corral llegó a Ciudad Obregón en el Día de las Madres para reunirse con sus hijas, Mariana, Michelle y Andrea y su madre, Mariana Corral.
Fue el 13 de mayo del 2016 cuando Paola Alejandra desapareció: La última vez que se supo de ella fue esa mañana, cuando llevó a su hija menor a la escuela. Nadie sabe cómo llegó al Estado de México, pero el 1 de julio de 2017 fue encontrada deambulando en el fraccionamiento de San Blas, en Cuatitlán.
Personal de protección civil de esa localidad la llevó al hospital Vicente Villada, donde fue atendida por presentar anemia, hipoglucemia y edema cerebral; ahí permaneció internada por 10 meses, hasta que la trabajadora social del nosocomio se dio a la tarea de contactar a sus familiares a través de redes sociales.
Fue el pasado 7 de mayo cuando los familiares de Paola Alejandra recibieron la noticia de que se encontraba con vida y de inmediato se pusieron en contacto con autoridades del hospital; al día siguiente, su hermano Ramsés Frías -junto con su esposa Brenda Córdova- viajaron hasta el Estado de México para rescatarla.
Postrada en una silla de ruedas, Paola Alejandra, de 39 años de edad, regresó de nuevo a su casa, en el día más especial para su familia.
Aunque no recuerda qué le pasó, su madre y sus hijas tienen fe en que con sus cuidados y cariño recuperará la salud y el tiempo que estuvieron separadas.
UNA MADRE NO SE CANSA DE BUSCAR
Mariana Corral, madre de Paola Alejandra, manifestó que desde el día que desapareció nunca dejó de buscarla. Fue a muchas partes: A Hermosillo, Guaymas, Navojoa, Huatabampo, Tijuana... pero nunca imaginó de su paradero en el Sur del País.
"Ni un día dejé de pedirle a Dios que me la devolviera, la busqué por todas partes, coloqué carteles en las centrales de autobuses, viajé a muchos lugares tratando de encontrarla, nunca me pasó por la cabeza que pudiera estar en el Estado de México", destacó.
"Ella estaba bien, era una persona alegre y no nos explicamos qué le sucedió. Hoy no puede caminar, no puede hablar bien; (pero) ahora que ya está aquí la llevaremos a checar y confiamos en Dios que con cuidados, terapias y todo lo que necesite, volverá a ser la misma de antes", añadió su madre.
Dos años de angustia tienen un final feliz; en medio de abrazos y muestras de afecto, Paola Alejandra pasó el Día de Madres rodeada del cariño de su familia, y recibió el mejor regalo: Escuchar "Las Mañanitas" en las tiernas voces de sus hijas. (El Imparcial).
Ciudad Obregón. Después haber permanecido desaparecida por dos años, Paola Alejandra Frías Corral llegó a Ciudad Obregón en el Día de las Madres para reunirse con sus hijas, Mariana, Michelle y Andrea y su madre, Mariana Corral.
Fue el 13 de mayo del 2016 cuando Paola Alejandra desapareció: La última vez que se supo de ella fue esa mañana, cuando llevó a su hija menor a la escuela. Nadie sabe cómo llegó al Estado de México, pero el 1 de julio de 2017 fue encontrada deambulando en el fraccionamiento de San Blas, en Cuatitlán.
Personal de protección civil de esa localidad la llevó al hospital Vicente Villada, donde fue atendida por presentar anemia, hipoglucemia y edema cerebral; ahí permaneció internada por 10 meses, hasta que la trabajadora social del nosocomio se dio a la tarea de contactar a sus familiares a través de redes sociales.
Fue el pasado 7 de mayo cuando los familiares de Paola Alejandra recibieron la noticia de que se encontraba con vida y de inmediato se pusieron en contacto con autoridades del hospital; al día siguiente, su hermano Ramsés Frías -junto con su esposa Brenda Córdova- viajaron hasta el Estado de México para rescatarla.
Postrada en una silla de ruedas, Paola Alejandra, de 39 años de edad, regresó de nuevo a su casa, en el día más especial para su familia.
Aunque no recuerda qué le pasó, su madre y sus hijas tienen fe en que con sus cuidados y cariño recuperará la salud y el tiempo que estuvieron separadas.
UNA MADRE NO SE CANSA DE BUSCAR
Mariana Corral, madre de Paola Alejandra, manifestó que desde el día que desapareció nunca dejó de buscarla. Fue a muchas partes: A Hermosillo, Guaymas, Navojoa, Huatabampo, Tijuana... pero nunca imaginó de su paradero en el Sur del País.
"Ni un día dejé de pedirle a Dios que me la devolviera, la busqué por todas partes, coloqué carteles en las centrales de autobuses, viajé a muchos lugares tratando de encontrarla, nunca me pasó por la cabeza que pudiera estar en el Estado de México", destacó.
"Ella estaba bien, era una persona alegre y no nos explicamos qué le sucedió. Hoy no puede caminar, no puede hablar bien; (pero) ahora que ya está aquí la llevaremos a checar y confiamos en Dios que con cuidados, terapias y todo lo que necesite, volverá a ser la misma de antes", añadió su madre.
Dos años de angustia tienen un final feliz; en medio de abrazos y muestras de afecto, Paola Alejandra pasó el Día de Madres rodeada del cariño de su familia, y recibió el mejor regalo: Escuchar "Las Mañanitas" en las tiernas voces de sus hijas. (El Imparcial).