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Las autoridades brasileñas decomisaron el viernes en el puerto de Santos (sudeste) más de 800 kilos de cocaína escondidos entre sacos de cacahuetes y de jugos a bordo de dos buques que debían zarpar hacia Holanda y Bélgica.
El mayor cargamento, de 612 kg, fue encontrado en un contenedor cargado con tambores metálicos de jugo de naranja de un barco que debía partir hacia Rotterdam.
En cinco tambores no había jugo, sino una sustancia que parecía ser "clorhidrato de cocaína", precisó la Aduana en un comunicado.
Poco después de la medianoche del jueves, fueron incautados 216 kg de cocaína en un contenedor de cacahuetes procedente de Zárate, Argentina, con destino a Bélgica y que parecía haber sido vulnerado. La droga se hallaba en seis bolsas deportivas junto a grandes sacos de frutos secos.
El mayor decomiso de cocaína registrado en el puerto más importante de América Latina tuvo lugar en marzo pasado, cuando las autoridades aprehendieron unas dos toneladas de la droga.
Ya no hay respeto
En mayo pasado, un binomio canino de la División de Fuerzas Federales de la Policía Federal mexicana, que apoya en tareas de inspección, detectó 400 gramos de mariguana en un muñeco con forma de “nenuco” o “bebote”.
La droga estaba dentro del juguete, el cual era trasladado en una caja de cartón de una empresa de paquetería en Tlaquepaque, Jalisco, publicó el portal Excélsior.
Al realizar una revisión mayor se confirmó que estaba alterada la estructura del cuerpo del muñeco.
"Al quitarle un mameluco de color rosa, era posible desprenderle los brazos y cabeza de plástico, dentro de los cuales se ocultaban seis paquetes de forma irregular, elaborados con cinta canela, conteniendo el enervante”, explicó la Policía Federal.
