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Octubre de 1957 marcó el inicio de la conocida ‘era espacial’ con el lanzamiento del Sputnik, el primer satélite artificial de la historia. Más de medio siglo después orbitan en las proximidades terrestres cerca de 3.500 satélites activos procedentes de distintos países. Estos objetos “prestan innumerables servicios a la sociedad y ayudan a medir progreso humano”, según Jorge Potti, vicepresidente de Espacio de la asociación de Tecnología para la Defensa, la Aeronáutica y el Espacio (TEDAE). En este contexto, España ha avanzado en los últimos años hasta posicionarse como el quinto país europeo con mayor número de empleados en el sector espacial y contribuyendo un 5’9% al PIB en 2017, según el anuario de la asociación.
El informe muestra que la participación española en desarrollo de satélites es muy potente. De hecho, España participa en un gran número de programas espaciales internacionales. Galileo es uno de los más importantes. Bajo las directrices de la Comisión Europea como propietaria, esta misión se compone de 24 satélites, más los de reserva orbital, que pretenden desarrollar un nuevo sistema de posicionamiento similar el GPS o al GLONASS, actualmente controlado por la Federación Rusa y por China. Copérnico es otro de ellos, y tiene como objetivo medir la contaminación en tiempo real y prevenir catástrofes naturales, como incendios o inundaciones.
Cheops es otro de los programas relevantes a nivel internacional en los que empresas españolas como Airbus juegan un papel determinante. Esta misión pretende explorar los exoplanetas, planetas externos al Sistema Solar que orbitan estrellas cercanas. Proba-3, BepiColombo, Euclid o ExoMars, “buque insignia de la Agencia Espacial Europea”(ESA), según Jorge Potti, son otros de los programas internacionales en los que permanecen implicadas empresas de TEDAE.
La entidad no descarta, a largo plazo, la puesta en marcha de un tipo de misiones “que parecen algo futurista”, destaca Jaime de Rábago, presidente de la asociación. Los responsables han mencionado en una reunión informativa expediciones para explotar la minería fuera de la Tierra, o el ambicioso reto de SpaceX, una empresa estadounidense de transporte aeroespacial decidida a poblar Marte con un millón de años. Todas estas misiones espaciales requieren una gran cooperación internacional, “lo que es una de las muchas bellezas del espacio”, ha destacado el presidente de TEDAE.
Por el momento, no obstante, los países compiten por adquirir relevancia en el panorama internacional. China, por ejemplo, “identifica el espacio como un sector en el que invertir para mejorar su presencia como superpotencia mundial”, según Potti, quien sugiere que “aunque hay poca visibilidad de los presupuestos chinos, hay quien sospecha que se aproxima a los estadounidenses”, añade.
Las expectativas de futuro, según su anuario de 2017, son “muy buenas” y demuestran el esfuerzo de las empresas españolas por formar parte de la actualidad espacial. Para consolidar estas expectativas, “es clave la presencia de Pedro Duque al frente de un ministerio tan importante como el de Ciencia, Innovación y Universidades”, considera De Rábago.
Jaime de Rábago ha querido destacar en una reunión informativa que la Innovación y Desarrollo es uno de los ámbitos más determinantes para mantener a España en la vanguardia del sector. Las empresas que forman parte de la asociación destinan, por ello, un 11% de su facturación a este campo. “Mantenemos un nivel de inversión en I+D muy grande incluso en períodos de crisis”, asegura el presidente de la organización. No es una cantidad pequeña, pues la facturación de TEDAE ascendió el pasado año hasta los 11.180 millones de euros, con una tasa de exportación del 83%. Además, “la fuerza industrial española tiene su base en la tecnología”, garantiza Jorge Potti, “y su crecimiento de cara al futuro parece sostenible y potencialmente tremendo”.
Fuente: El Paìs