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Estados Unidos.- Al cruzar la garita de Ocotillo Wells, en el condado de San Diego, un perro antinarcóticos puso en alerta a los agentes de la Patrulla Fronteriza, al detectar a un hombre de origen estadounidense que llevaba pasta de opio en su cuerpo y que fue colocada como implantes en los glúteos, con el objeto de introducirla en los Estados Unidos.
El vocero de la Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), José Enríquez Jr., informó que el sujeto permaneció siempre en el interior de la camioneta que conducía, pero mientras realizaban la revisión, nunca se imaginó que el binomio canino fuera a señalar a la unidad SUV que transportaba droga.
Por ello, se le pidió al estadounidense que bajará del vehículo y pasara a una segunda revisión ante la insistencia del perro, que indicaba la presencia de droga en el hombre y que los policías no encontraban.
Durante la revisión, el perro policía insistía en la presencia de droga en el estadounidense y al cual se le ordenó que se bajara los pantalones y por encima de los calzoncillos, se le encontró los implantes en los glúteos, que al pesar lo traía cubierto con la ropa, se descubrió que era 2.2 libras de pasta de opio.
La pasta, informó el agente Enríquez, contiene un 12% de morfina, y se utiliza para producir heroína.
El sospechoso, su vehículo y el opio decomisado ahora están bajo custodia de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
- Un perro antinarcóticos los descubrió al cruzar la garita de Ocotillo Wells en San Diego
Estados Unidos.- Al cruzar la garita de Ocotillo Wells, en el condado de San Diego, un perro antinarcóticos puso en alerta a los agentes de la Patrulla Fronteriza, al detectar a un hombre de origen estadounidense que llevaba pasta de opio en su cuerpo y que fue colocada como implantes en los glúteos, con el objeto de introducirla en los Estados Unidos.
El vocero de la Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), José Enríquez Jr., informó que el sujeto permaneció siempre en el interior de la camioneta que conducía, pero mientras realizaban la revisión, nunca se imaginó que el binomio canino fuera a señalar a la unidad SUV que transportaba droga.
Por ello, se le pidió al estadounidense que bajará del vehículo y pasara a una segunda revisión ante la insistencia del perro, que indicaba la presencia de droga en el hombre y que los policías no encontraban.
Durante la revisión, el perro policía insistía en la presencia de droga en el estadounidense y al cual se le ordenó que se bajara los pantalones y por encima de los calzoncillos, se le encontró los implantes en los glúteos, que al pesar lo traía cubierto con la ropa, se descubrió que era 2.2 libras de pasta de opio.
La pasta, informó el agente Enríquez, contiene un 12% de morfina, y se utiliza para producir heroína.
El sospechoso, su vehículo y el opio decomisado ahora están bajo custodia de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).