Acusan que autoridades de Salud fumigaron a los migrantes

24 octubre 2018
Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy
Acusan que autoridades de Salud fumigaron a los migrantes
Autoridades de la Secretaría de Salud fumigaron a migrantes que integran la caravana proveniente de Centroamérica, reveló el medio Chiapas Paralelo.

El fumigante fue lanzado mientras los niños dormían y otros migrantes se encontraban descansando, señalan.

Detallaron que el químico es ligeramente tóxico y es utilizado para combatir las plagas de dengue que se transmiten por las picaduras de moscos.

En un video publicado por Ángeles Mariscal se ve cómo lanzan el plaguicida donde estaban varias personas, presuntamente migrantes.

En la grabación se añadió el texto:

"Cuando se está hablando de que hay un trato deshumanizado, agresivo y violatorio contra los derechos humanos de los migrantes que conforman el #éxodoCentroamericano, se está hablado de la suma de actos como lo sucedido hoy en Huixtla. El Gobierno mexicano les lanzó directamente un líquido tóxico que se usa para combatir plagas. Lo lanzó mientras niños dormían, mientras algunos migrantes se encontraban acostados. Se lanzó directo sobre quienes estaban comiendo. Comisión Interamericana de Derechos Humanos ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) Onudh Mexico ONU Mujeres (sic)".

Migrantes centroamericanos reanudan su marcha a EU
Miles de migrantes centroamericanos reanudaron el miércoles su marcha a Estados Unidos y partieron antes del amanecer con el objetivo de recorrer otros 75 kilómetros de los más de mil 600 que aún les quedan para alcanzar su destino.

El agotamiento de cinco días de caminata en el extremo Sur de México, después de siete días en Honduras y Guatemala, estaba comenzando a mostrar sus efectos: Las autoridades mexicanas informaron el miércoles que unos 500 migrantes aceptaron una oferta para regresar a sus países en autobús. Muchos estaban enfermos o agotados, especialmente los niños. 

Sin embargo, el tamaño de la caravana -que las Naciones Unidas estima está integrada por más de 7 mil personas- no parecía haber mermado cuando la multitud partió en la oscuridad de la madrugada ocasionalmente iluminada por linternas o los focos de la policía municipal que la escoltaba.

La hondureña Rosa Duvon de Cofradía Cortés empujaba por un camino lleno de baches un cochecito de bebé en el que iban dos pequeños varones ambos llamados Daniel -su hijo y su sobrino- a las cinco de la mañana. 

"Esta cosa va a morir", dijo sobre el carrito mientras señalaba una rueda trasera tambaleante. Aun así, se comprometió a seguir adelante. 

En peor estado estaba María del Carmen Mejía de Copán, Honduras, que iba sudando abundantemente. 

En un brazo llevaba a Britany Sofía Alvarado, de 3 años, mientras con la otra mano tomaba a Miralia Alejandra Alvarado, de 7 años, quien también estaba sudada y con fiebre. 

Miralia "está malita, con fiebre. A ver si nos dan un jale (aventón) más adelante. Yo voy rendida ya ". Pero ella también se comprometió a continuar la marcha. "Ya caminé bastante, ya no quiero regresar. Yo quiero un mejor futuro para mis hijos". 

Si bien los niños representan solo del cinco al diez por ciento de los migrantes, son claramente la fuerza detrás de la motivación de la marcha. 

Ludin Girón, una vendedora ambulante de Choloma, viajaba en el asiento de una moto taxi diseñado para dos con sus tres hijos, otra mujer y su hija. 

Girón sostenía a su hijo Justin en su regazo ayudada por su hija Astrid, de 5 años, y detrás de ellos iba sentada Nicole, de 3. 

Relató que se fue de Honduras debido a la amenaza constante que representan las pandillas para sus hijos. 

“Está la violencia, ellos no pueden andar solos... con peligro siempre. Cuando ellos (las maras) miran una niña ya bonita, ya la quieren para ellos. Si ven un varón ya quieren meterlo a la droga”. 

En la parte delantera de la moto taxi iba Reyna Esperanza Espinosa, una cocinera de tortillas de Cortés, Honduras, junto a su hija Elsa Araceli, de 11 años.  Video

“En Honduras no hay trabajo, por eso decidimos venir para acá, para darle un mejor futuro a nuestros hijos”. Mientras algunos niños sufrían, otros disfrutaban la experiencia. "Es como una aventura porque nunca había salido para acá", dijo Elsa Araceli. Fuente:elimparcial.

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