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La imagen de una joven atleta japonesa le está dando la vuelta al mundo, por su coraje, tenacidad y sed de triunfo.
Se trata de Rei Iida, una maratonista de 19 años a la que el destino le tenía reservada una auténtica prueba de fuego. Compitió en la maratón de Nagoya, Japón, la cual abarca 42 kilómetros y 195 metros en seis relevos.
Rei Iida era la última relevista de su equipo, sin embargo a medio sufrió una fractura en una de sus piernas lo que le impedía seguir corriendo con normalidad. Pero lejos de renunciar a su objetivo y sueño, la competidora decidió terminar la carrera a “gatas”.
Con las rodillas en el pavimento y apoyándose de las manos, la japonesa concluyó el trayecto y cruzó la meta con rastros de sangre en ambas rodillas y un rictus de dolor en su rostro, ante la mirada atónita de propios y extraños.
De esta forma, la valiente competidora evitó la descalificación de su equipo, que se hubiera dado en caso de que Rei Iida no terminara la carrera.
Al concluir la carrera fue trasladada de urgencia a un hospital y horas después se anunció que tardará alrededor de cuatro meses de recuperarse de la fractura. La Opinión
