Campesinos ganan el juego de vencidas... otra vez

24 diciembre 2018
Noticias de Yucatán. 

Por segundo día consecutivo, el cerco que mantienen 40 organizaciones de campesinos en la Cámara de Diputados logró su objetivo: evitar que los legisladores aprobaran el Presupuesto de Egresos de la Federación con el recorte de 20 mil millones de pesos para agricultura.

Ya van dos días de que los campesinos impiden el acceso y salida de diputados y trabajadores del Palacio Legis-lativo, de manera regular.

Ayer, desde muy temprano, elementos de la policía capitalina ganaron espacios para liberar accesos a la Cámara de Diputados, acompañados de 10 camiones que atravesaron en la avenida Eduardo Molina y en Sidar y Rovirosa, lograron dividir al contingente de campesinos y aislar a los que mantienen el cerco en la puerta 3.

En total, 70 personas, 25 mujeres y 45 hombres, así como cuatro menores, tienen detenido al acceso a la Cámara, donde se discute la aprobación del presupuesto para el primer año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Antes de las 11 de la mañana, la situación se puso tensa. Los 70 campesinos formaron dos vallas y entrelazaron sus brazos. Frente a ellos, decenas de policías formaban una fila para estar cara a cara. El reto estaba ahí. Había un juego de vencidas. El sol estaba intenso, pese a que es invierno y el termómetro marcaba 21 grados. Quien se descuidara perdía un espacio. El objetivo: ganar un paso, aunque fuera poco centímetros de la banqueta, que mide apenas tres metros.

Uno a uno fueron cediendo, los campesinos bajaban la cabeza, miraban su celular, se sentaban, el sol hacia su labor. A los policías los relevaban, y quienes llegaban hacían lo propio. El elemento R. Cazares, de Explosivos, es el primero en no dejar pasar a nadie. Del lado de los manifestantes hay garrafones y refrescos de dos litros para aguantar la protesta.

Yadira es mamá de dos niños que la acompañan en esta protesta. El sol la venció y junto a sus hijos se fue a sentar en una colchoneta al lado de un árbol, mientras su hija Irma, de 4 años, comía una naranja y su otro pequeño, Fernando, de 15 años, le hacía la plática.

Yadira es ama de casa y vive en San Luis Potosí. Pertenece a Antorcha Campesina y la trajeron en autobús, viajando toda la noche para incorporarse a la protesta. Son las tres de la tarde y ni ella ni sus hijos han comido. Su líder salió del cerco en busca de algunos alimentos y ya no regresó, porque ya no lo dejaron ingresar.

 “Para pedir más ayuda”, responde Yadira cuando se le pregunta cuál es el objetivo de su protesta.

Los ánimos se relajan al pasar los segundos, los policías se separan de los manifestantes, éstos se sientan a descansar. Incluso acuerdan con las autoridades que los dejen ir al baño y les permitirán regresar, el gesto lo agradecen los antorchistas.

Mientras, las negociaciones para liberar la Cámara de Diputados fracasan y el presidente, Porfirio Muñoz Ledo, y el coordinador de Morena, Mario Delgado, informan que la sesión citada para el mediodía se pospone para las 17:00 horas. Reporteros y trabajadores lograron ingresar a la burbuja que ganaron los policías. No hay nada oficial, de nuevo, ambos legisladores informan que para fortalecer el diálogo y entendimiento entre las fuerzas políticas, la sesión se pospone para hoy a las 12 del día, para volver a intentar entrar y liberar San Lázaro.

A las 16:16 horas, los antorchistas dialogaron con los trabajadores de Cámara Baja que permanecían dentro.

Se llegó a una buena negociación para permitir la salida de 400 trabajadores que ingresaron a San Lázaro antes de las siete de la mañana o desde el mismo viernes, como Ana María Brito, de 70 años.

Doña Ana, a pesar de que está bloqueado el Palacio Legislativo, tuvo que salir de su casa en Tultitlán, Estado de México, para viajar por dos horas y llegar antes de las siete de la mañana, entrar a la Cámara a trabajar y colaborar con la limpieza de las oficinas de presupuesto.

“Qué bueno que nos dieron salida porque pensé que me iba a quedar adentro. Ya por fin me dejaron salir, ya que tengo hambre a todos veo con cara de pollo”, dijo Ana María mientras caminaba lento y con un bastón en su mano derecha.

A pesar de que ayer no hubo actividades en San Lázaro, doña Ana tuvo que trabajar: “Laboro en la limpieza. Hoy hice baños y pasillos, ahí no se deja de trabajar, ahí desde que entra hasta que salimos, nada más la hora de la comida, y otra vez [a trabajar]”, manifestó doña Ana.

Hoy, la mujer por fin descansará, pero los diputados están citados para sesionar a las 12 del día para tratar de aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019. Así, se espera el tercer día de la negociación por los 20 mil millones de pesos para el campo.

El Universal

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