El video de la supuesta resurrección de un hombre a manos de
un pastor religioso en Johannesburgo, Sudáfrica ha generado no sólo burlas,
incluso algunas empresas funerarias han demandado al religioso y a su
iglesia.
De acuerdo a RT, la escena ocurrió durante un sermón
ofrecido por el pastor Alph Lukau, líder de la iglesia Alleluia Ministries
International (AMI). En las imágenes, un hombre identificado como Elliot yace
en un ataúd, rodeado de decenas de personas y algunos familiares, quienes aseguran
que había fallecido tres días antes. Luego de varias oraciones, Lukau toca con
sus manos al presunto difunto y este se levanta en medio de la sorpresa de
todos los espectadores.
La enorme difusión que alcanzó el video provocó que
organismos religiosos locales se pronunciaran al respecto. La Comisión Nacional
de Promoción y Protección de Comunidades Culturales, Religiosas y Lingüísticas
de Sudáfrica aseguró que "no existen los milagros" de esa naturaleza.
Elly Mogodiri, un obispo sudafricano, abrió una causa
penal en contra de Lukau, acusándolo de crimen organizado, fraude y
tergiversación, entre otros delitos. "He visto demasiada codicia y
comercialización del púlpito en la iglesia, entre otras prácticas
perturbadoras. En este momento estamos presenciando un acto fraudulento e
infiel", afirmó.
Por otro lado, tres funerarias también han demandado al
pastor, argumentando que fueron engañadas porque prestaron sus servicios y sus
productos durante la ceremonia, sin saber de qué se trataba. De acuerdo con los
querellantes, este incidente ha causado un "daño irreparable" a la
reputación de sus empresas, recoge The South African.
Lukau no se ha pronunciado hasta al momento. No obstante, la
AMI se defendió diciendo que el hombre aparentemente muerto "estaba
vivo" cuando fue trasladado hasta el pastor, quien solo "completó el
milagro que Dios ya había comenzado", subraya The Sowetan.
Sin duda, el incidente ha puesto sobre la mesa la falta de
regulación del negocio de las iglesias cristianas y evangélicas en África. Sin
embargo, el tema fue ridiculizado en la Red y sirvió para que los usuarios
sudafricanos llenaran de memes las redes sociales bajo el 'hashtag'
#ResurrectionChallenge, en un intento por recrear el truco.