Enfermero adopta a un bebé abandonado y conmueve a Argentina

26 marzo 2019
Noticias de Yucatán. 

A pesar de su joven edad y de las advertencias de sus amigos y familiares, este valiente joven hizo todo lo posible para obtener la guarda legal del niño que cuidó en el hospital.

La historia de Matías Devincenzi, un enfermero de 31 años de la ciudad argentina de San Miguel de Tucumán, ha conmocionado a todo el país: hace dos años decidió adoptar a un bebé, abandonado por su familia a los pocos días de nacer, al que cuidó en neonatología, reseña La Gaceta.

Matías conoció al niño, llamado Santino, en febrero de 2017. El bebé presentaba múltiples problemas de salud: malformaciones, deficiencia respiratoria y una patología uronefrológica. A mediados de marzo, el bebé sufrió una infección y tuvo que ser internado en terapia intensiva. En ese momento, Matías no estaba en la clínica, ya que se había tomado unos días de licencia.

Cuando volvió a su trabajo y se enteró de la situación crítica en la que se encontraba el pequeño y enseguida fue a verlo. "Recuerdo que estaba en coma, con asistencia mecánica respiratoria. Soy de hablarles mucho a los bebés. Así que lo encaré y le dije sin pensarlo dos veces: 'che Negro, si me abrís los ojos te llevo a casa'", contó Matías al medio.

"Los abrió y yo sentí que era una señal. Inmediatamente me asumí como su papá y comencé a averiguar sobre la adopción", detalló en otra entrevista con TN.

Después de ese episodio tan emotivo, el joven enfermero se sometió a todas las entrevistas necesarias y realizó todos los procedimientos legales para lograr el permiso para adoptar al niño. Lo hizo a pesar de que todos le decían que estaba "loco" y que ningún juez le iba a conceder la adopción por su edad y por ser soltero.

Mientras tanto, la salud de Santino, que ya iba a cumplir cinco meses, empeoró. Fue operado de la vejiga y trasladado a la Sala Cuna. "En ese momento asumí que era su papá aun sin serlo. Le dije: 'hijo aquí estoy, vas a estar bien y vamos a ser muy felices juntos'", recordó el enfermero.

Tras la ureterectomía, Matías no lo pudo ver durante dos meses. Pero para su alegría, el 12 de octubre de aquel año obtuvo la guarda legal y por fin pudo llevárselo a su casa. El bebé, que tenía siete meses, sufría de un retraso madurativo de cinco meses.

Santino fue sometido a dos cirugías más: le extrajeron un riñón para normalizar el funcionamiento urinario y le operaron las manos y los pies, "ya que había nacido con seis dedos y eso le estaba complicando la estabilidad para caminar y para manipular objetos", añadió Matías.

El 20 de febrero Santi cumplió los dos años, ahora goza de buena salud y comparte sus días con su papá.

"Es todo lo que no imaginé nunca. Hubo una conexión desde el primer día que nos conocimos. Cuando me preguntan por qué lo adopté, la respuesta es simple: él me eligió a mí", concluyó el enfermero.

RT



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