La embajada de Corea del Norte en Madrid que fue
asaltada el pasado 22 de febrero, era liderada por un ciudadano mexicano residente
en Estados Unidos, según la instrucción del caso judicial del sumario que ha
sido levantado hoy.
De acuerdo a RT, el mexicano Adrián Hong Chang, tras el
allanamiento avisó al FBI en Nueva York para facilitar el material audiovisual
que había obtenido durante el mismo.
Los delitos que están siendo investigados son allanamiento
de morada, retenciones ilegales, lesiones, falsificación documental, amenazas y
robo, cometidos por organización criminal.
Los delincuentes huyeron inmediatamente de España. Según se
ha podido saber, el grupo de 10 personas, de las que siete están identificadas,
se desplazó hasta Lisboa (Portugal). Desde allí, al menos el cabecilla voló
hasta Nueva York.
Los hechos tuvieron lugar cuando tras pedir ver al encargado
de negocios de la embajada, a quien conocía de una visita anterior, el
líder de la banda ingresó en las instalaciones y facilitó el paso al resto de
personas, que portaban machetes, cuchillos, barras de hierro y armas cortas.
Los asaltantes retuvieron y golpearon violentamente a los
trabajadores de la embajada, hasta que les redujeron y les ataron con bridas,
para posteriormente proceder a hacerse con diverso material informático y
teléfonos móviles.
El suceso se dio a conocer porque una de las empleadas de la
sede diplomática consiguió escapar y pedir auxilio, consiguiendo que los
vecinos alertasen a las autoridades. Cuando los agentes de Policía acudieron al
lugar para comprobar lo explicado por la denunciante, un hombre bien vestido
les abrió y les dijo que no había ningún problema en el interior.
Minutos más tarde el portón del recinto diplomático se abrió y salieron tres vehículos de alta gama a gran velocidad. Precisamente uno de ellos era conducido por el individuo que había atendido en la puerta a los agentes. Más tarde, Hong Chang y otro de los asaltantes salieron por la parte de atrás del edificio y utilizaron un vehículo de alquiler con conductor para huir.