A Cordarrly Jones y Demetria Jones les cuesta acordarse de
los nombres de los 10 parientes que perdieron por el brutal tornado
que arrasó con una comunidad rural de Alabama el domingo.
Entre los fallecidos estaban sus abuelos: Jimmy Jones, de 89 años y su esposa Mary Louise Jones, de 83, que perdieron la vida cuando la tormenta golpeó su casa.
De acuerdo a El Clarín, el hijo de la pareja (y tío de
Cordarrly y Demetria) Emmanuel Jones, de 53 años, también pereció. Otros que
murieron fueron siete primos.
Afligidos por la pérdida de 10 parientes y preocupados
por otros que están hospitalizados con heridas graves, los primos contemplaban
este martes las ruinas en el poblado de Beauregard, cerca de la frontera con
Georgia.
"La verdad es que todavía no lo acepto, todavía estoy
tratando de procesarlo", dijo Cordarrly Jones, de 29 años.
Expresó Demetria Jones, de 28: "Prácticamente todo el
mundo en esta área era familiar, es devastador".
Fue el tornado más mortífero en Estados Unidos en seis años.
Con sus vientos de 275 kilómetros por hora, el torbellino lanzó casas móviles
por los aires y redujo a añicos a casas de ladrillos.
Murieron por lo menos 23 personas, algunas de ellas menores
de edad. La gravedad de la situación se hizo patente cuando las autoridades
difundieron las identidades de las víctimas: la más pequeña tenía 6 años, la
mayor tenía 89.
El meteoro recorrió 110 kilómetros llegando incluso a
Georgia, según el Servicio Nacional de Meteorología. Los expertos que
inspeccionaron los daños confirmaron que en total hubo 20 tornados que
arrasaron con partes de Florida, Alabama, Florida y Carolina del Sur.
Este miércoles continuaba la búsqueda de muertos, mascotas y pertenencias en Beauregard y sus alrededores, en medio del rugir de tractores, grúas y sierras que despejaban los escombros. El jefe policial Jay Jones dijo que la lista de desaparecidos disminuyó de varias decenas a solo siete u ocho.