Estar en el penal meridano, donde permanece recluido por
diversos delitos, no fue impedimento para que un atrevido guatemalteco abusara
sexualmente de una mujer.
El sujeto aprovechó un descuido de su víctima para acercarse
a ella y tocarla lascivamente en los glúteos y los senos.
La mujer repelió el ataque a codazos y comenzó a gritar, lo
que atrajo a un custodio del Cereso que llegó justo cuando el guatemalteco,
identificado como Minor Geovanny Dubón Vázquez, salía del área.
La víctima interpuso una denuncia, se integró una carpeta y
el juez llamó al centroamericano para que afronte esta nueva acusación en su
contra, que se suma a los diversos delitos por los que se encuentra preso en
Mérida.
La Fiscalía lo acusó de abuso sexual y el juez le impuso
prisión preventiva, además de que fijó un plazo de dos meses para el cierre de
la investigación.
Los hechos ocurrieron el pasado 7 de marzo, cuando la
víctima se encontraba en el área donde permanecía el guatemalteco, que
aprovechó que la mujer le dio la espalda, para buscar unos vasos, y se acercó a
ella.
El sujeto la abrazó por la espalda y le tocó lascivamente
los glúteos y los pechos, pero ella no se defendió a codazos y gritó para
alertar a los custodios.
El centroamericano salió presuroso justo cuando llegaba a la
escena un custodio del penal. Fue fácilmente identificado y ahora se enfrenta a
una nueva acusación en Mérida.
Dubón Vázquez ha hilado delito tras delito con tal de evitar
su repatriación a Guatemala, pues al parecer ya le gustó la vida en el penal
meridano.
En octubre de 2017 agredió a custodios que lo trasladaban al
Instituto Nacional de Migración para ser repatriado a su país, una vez que
concluyó su condena en Mérida.
Sin embargo, en el trayecto agredió a los custodios con un
arma blanca de fabricación casera, pues buscaba darse a la fuga, y así evitar
su deportación. Evidentemente su plan fracasó.
Yucatán ahora