Desde que terminó su mandato como presidente de México, Enrique Peña Nieto se ha mantenido en los titulares de los medios de comunicación y entre las tendencias principales de las redes sociales.
Las revistas del corazón han dado cuenta de su divorcio con la actriz Angélica Rivera y de su nuevo romance con Tania Ruiz, una joven modelo con 21 años menos que él, así como de las fiestas, viajes y detalles románticos del expresidente con su nueva conquista.
Los medios y columnistas políticos también le han dedicado diversos espacios. Lo mismo para divulgar -y luego desmentir- que cambiaría su residencia en Ixtapan de la Sal por un rancho en España, como para referirse al pacto de no agresión que habrían firmado Andrés Manuel López Obrador y Peña Nieto.
La versión tendría sentido, si no fuera por las órdenes de aprehensión que ha girado la Fiscalía General de la República (FGR) relacionadas con los expedientes de Fertinal, Odebrecht y la Estafa Maestra. Hoy, Rosario Robles y el abogado Juan Collado ya están tras las rejas. Emilio Lozoya sigue prófugo de la justicia, pero parece decidido a romper el silencio sobre la presunta participación del ex mandatario en conductas ilícitas.
Sin embargo, hay un tema que Enrique Peña Nieto prefiere mantener oculto: Diego Peña Díaz, el hijo que tuvo fuera del matrimonio.
Diego Alejandro Peña Díaz es el fruto de la relación que Peña Nieto estableció con la administradora de empresas Maritza Díaz, cuando él aún estaba casado con Mónica Pretelini. Nació el 25 de junio del 2004. El joven cumplió recientemente 15 años y tiene un parecido impresionante con su padre, a diferencia de Nicole Peña Pretelini, Paulina Peña Pretelini y Alejandro Peña Pretelini.
Fue hasta 2017, cuando Enrique Peña Nieto utilizó su cuenta de Instagram para manifestar su orgullo y cariño por su hijo menor, e incluso, en esa plataforma ha compartido fotografías en las que aparecen juntos. "Muchas felicidades, Diego. Que la vida te siga regalando tantas alegrías. Sé siempre muy feliz, hijo", publicó. Parecería que la convivencia entre padre e hijo se ha normalizado y se acabó el bajo perfil en el que mantuvo a Diego, en comparación con la exhibición pública de amor por sus otros hijos.
Cumpleaños, fiestas de fin de año, viajes y festejos patrios han sido la ocasión perfecta para que Maritza Díaz muestre su amor y cercanía con Diego desde la plataforma de Twitter. Los dos siempre aparecen sonrientes, relajados y en confianza. Dichas imágenes son el pretexto para que los cibernautas señalen el parecido físico de Diego, con su padre Enrique, aunque la mayor parte de los comentarios se refieren a la crianza sencilla que Maritza le ha ofrecido a Diego, en lugar de los lujos y privilegios que marcaron la presencia de los hijos del matrimonio Peña-Rivera en lo que fue la Residencia Oficial de Los Pinos.
La periodista Katia D'Artigues publicó en el periódico El Universal -durante la época de campañas electorales- que Enrique Peña Nieto le fue infiel a su difunta esposa Mónica Pretelini y tuvo dos hijos fuera del matrimonio, uno de ellos ya fallecido. El precandidato presidencial del PRI recordó que en 1994 se casó con la Sra. Pretelini y tuvo tres hijos, aunque seis o siete años después el matrimonio tuvo "momentos muy difíciles, una crisis".
"Es justamente en uno de esos momentos en los que yo, indebidamente, admito que no es lo más correcto y lo propio. No es una excusa ni una salida fácil decir: 'por razón de una crisis, entonces yo tengo otra relación'. Pero así me ocurrió. Tuve otra relación, de la que hubo un hijo. "Ya como gobernador del Estado de México (2005-2011) le platiqué el tema, Mónica conoció muy bien el asunto, lo que había ocurrido fuera del matrimonio. Cuando lo planteó, no fue fácil, hizo crisis y luego nos generó, yo creo también, un momento de reencuentro", declaró sin mencionar a Diego por su nombre.