MÉRIDA, Yucatán.- Con semblantes desconcertados por no saber cómo se recuperarán de la crisis cuando pase la emergencia sanitaria por el coronavirus, los choferes de combis y camiones que circulan en la ciudad continúan realizando sus recorridos aun cuando sus unidades casi no tienen pasajeros, pero deben llevar a quienes trabajan en empresas esenciales.
Desde hace unos días, cuando el Gobierno del Estado decretó el cierre de negocios no esenciales, el número de pasajeros que hace uso del transporte público disminuyó significativamente, pues a la fecha es posible ver algunas unidades, ya sea de camiones o combis, sin pasajeros.
El problema, consideraron durante un recorrido realizado por las principales calles de la ciudad, es que es mínimo el número de personas que por obligación tiene que salir de casa, y las unidades, a pesar de que se han reducido, “siguen siendo muchas”.
Cabe recordar que poco después de que se suspendieran las clases en las escuelas del Estado para evitar la propagación del virus, los permisionarios del transporte público redujeron en casi el 50 por ciento el número de unidades.
De igual modo, ajustaron las corridas diarias, pues de realizar en promedio de ocho vueltas por turno, matutino y vespertino, dependiendo de la ruta y la empresa transportista, ahora solo hace tres o máximo cuatro porque no ya no hay demanda de pasaje.
Además, respetando la sana distancia, en el caso de los autobuses, ahora solo se les permite llevar pasajeros en los asientos pegados a las ventanillas y ninguno del lado del pasillo, así como algunos parados.
Una unidad de transporte público normalmente tiene asientos para 42 personas; sin embargo, en paraderos concurridos como los que van hacia el norte de la ciudad llevaban hasta 60 o más. Hoy la situación ha ocasionado que el número caiga a “cero” en algunas rutas. Sipse.