Alexis López es un niño de nueve años; recibió por primera vez unos juguetes, luego de que en el periódico Excélsior se publicará su historia con motivo a la celebración del Día de Niño. Trabaja desde los 7 años en las calles de Tuxtla Gutiérrez Chiapas, como bolero.
Tras la publicación, el señor Andrés Flores, quien vive en Guadalajara, buscó todas vías para enviarle juguetes y ayer lunes se los entregaron a Alexis López, quien es originario de la comunidad Tres Cruces de San Juan Chamula y desde hace dos años vive con su hermano mayor.
Los juguetes fueron un balón, un carrito y un muñeco Hulk; al recibirlo, se le llenaron los ojos de lágrimas y dijo: “Me gustan”. Por motivos que no mencionó, viajó junto a su hermano mayor a Tuxtla Gutiérrez y dejó la escuela para trabajar como bolero, actividad que le permite sobrevivir, pues gana para comer y pagar la renta de la casa donde llega solamente a dormir.
Todos los días, sale de su vivienda, a temprana hora, la cual comparte con otras personas y para poder comer y mitigar la sed ante el incesante calor tiene que ganar dinero. Usa la misma ropa y lleva acuestas su caja donde lleva sus utensilios como grasa, crema, tinta, cepillo para zapatos, una tela y jabón de calabaza.
Así como Alexis López, una treintena de niños indígenas trabajan como boleros en las calles de Tuxtla Gutiérrez, quienes huyen de los inspectores del ayuntamiento pues no cuentan con permiso para trabajar y son “corridos” del atrio de la catedral San Marcos y de la plaza central de la ciudad.
