Se sabe que el sector productivo yucateco se encuentra en
una situación apremiante por culpa de la crisis provocada por el coronavirus.
Sin embargo, un nuevo estudio del Centro para la Competitividad de Yucatán
(CCY) revela que el escenario es todavía más complicado de lo que se piensa,
que miles de empresas locales podrían cerrar sus puertas definitivamente, lo
que dañaría significativamente la economía del Estado.
Su arquitectura económica —preponderancia del sector
comercio y servicios (el más afectado por la crisis), su tejido empresarial
(95% de las empresas son micro), los bajos niveles de sueldo y el reducido
tamaño de su Producto Interno Bruto—, hace de Yucatán uno de los estados más
vulnerables del país, señala el informe, que publicaremos a detalle en los
próximos días.
La fragilidad del sector empresarial pone en riesgo el
sustento de varios miles de familias, ya que los negocios más afectados por la
crisis generan el 82% de los empleos formales en la entidad, añade el reporte.
“Cuando levantamos nuestras encuestas, a finales de mayo y
principios de abril, 143 mil empleos corrían el riesgo de perderse. Habría que
calcular los estragos que resintió la actividad económica en las siguientes
semanas para actualizar la cifra”, advierte el CCY.
Manos a la obra
“La principal conclusión del informe es que estamos en un
escenario mucho más alarmante de lo que pensamos inicialmente, no sabemos qué
va a pasar con miles de trabajadores y empresas”, advierte el licenciado
Fernando Ponce Díaz, presidente de Coparmex Mérida.
“En definitiva, esta información nos tiene que llevar a
tomar cartas en el asunto lo más rápido posible y de manera unificada”.
Posible recuperación
Tras advertir que “el dinero es finito y cuando se agota la
situación se vuelve insostenible”, el líder empresarial subraya que la
recuperación sólo será posible con la aplicación de recursos que, por obvias
razones, no tienen ni el gobierno estatal ni el sector privado.
“Y como el gobierno federal no va a dar nada, hay que salir
a buscarlos, ver dónde podemos conseguirlos, porque sin dinero no se puede
hacer nada. Necesitamos ponernos de acuerdo cuanto antes y hacer las cosas bien
para ver si logramos escapar con el menor daño posible, pero los efectos de
esta catástrofe van a durar años, de esto no cabe la menor duda”, indica.
Los interesados en la reactivación económica del Estado
están trabajando desde hace rato, pero la información que se ha manejado
difiere según quien la presente, agrega.
“De ahí la importancia de este estudio, que nos muestra la
situación sin maquillaje, tal como es. Y ojalá nos ponga a todos a trabajar de
una vez en la reactivación económica, con lo que eso implique, con las
decisiones unificadas que debemos tomar de una vez, en beneficio de las
empresas y los trabajadores”.
Tiros de precisión
Si se asume que vamos a tener recursos limitados para
reaccionar, eso significa que los tenemos que usar con precisión de
francotirador y para llegar a esa exactitud, hay que hacer previamente mucho
trabajo técnico, interviene Amenoffis Acosta Ríos, vicepresidente de Coparmex y
director del CCY.
“Este no es momento de hacer grilla, sino de ponerse a
trabajar para tener listo un plan equilibrado, justo, que tome en cuenta las
voces y las propuestas de todos los actores de la economía, para que cuando
llegue el momento lo hagamos de manera coordinada, sin desperdiciar
municiones”, agrega.
Enseñanzas durante la crisis
Acosta Ríos cree pertinente dejar muy claro que nada que
ponga en riesgo la salud será apoyado por Coparmex.
“No tenemos ninguna duda de que la vida es lo más importante
que hay”.
Esta crisis sanitaria, continúa, ha dejado dos enseñanzas
que pueden aplicarse a la economía:
Primero, así como se dijo que había que prepararse en el
Estado para la llegada del coronavirus, habría que tenerlo todo listo para que
cuando termine la pandemia se inicie inmediatamente, de forma automática, la
reactivación económica, coincide con Ponce Díaz.
“Esa conversación ya la deberíamos tener construida, para
que cuando regresemos todos a trabajar —no estamos diciendo que deba ser
mañana— tengamos a la mano un plan listo para ejecutarlo”.
Y lo otro es que si el “aplanamiento de la curva” ha sido un
tema de disciplina en el confinamiento y el distanciamiento social, recomponer
la economía también va a necesitar mucha disciplina: del gobierno, las
empresas, los trabajadores, las familias…
Las personas
“La salud es importante porque las personas son importantes.
Deben ser el centro de cualquier estrategia. Pero así como nos interesa que
todas estén saludables, nos deberíamos preguntar qué nivel de bienestar les
podemos ofrecer”, continúa el economista.
No hay que obviar que las personas también tienen
necesidades de bienestar y para satisfacerlas requieren de trabajos dignos, de
ingresos. “Es decir, en la conversación económica el tema principal siguen
siendo las personas”, enfatiza.
Y lejos de esa visión equivocada de que a las empresas
solamente les interesan las utilidades, hay que recordar que agregan valor a la
vida, entregan bienes y servicios, dan trabajo e ingreso a sus colaboradores y
colaboran con el desarrollo de la entidad y del país al pagar impuestos. “Si no
cuidamos la economía, a quienes estamos dañando es a las personas; cuando una
empresa cierra, los principales afectados son los trabajadores… no perdamos
nunca eso de vista”, concluye.
Reporte CCY
El CCY presenta un nuevo reporte: “Las empresas yucatecas y
el Covid-19”.
El informe, que desglosaremos en los próximos días, tiene
dos objetivos, señala el Centro para la Competitividad de Yucatán.
Nuevo indicador
Primero: compartir los indicadores de #DataCoparmex
relevantes a la coyuntura actual, incluyendo el nuevo indicador #AlertaCovid
Objetivo local
Segundo: dimensionar el impacto económico de la epidemia de
Covid-19 en el estado de Yucatán.
Tres apartados
El nuevo informe del Centro para la Competitividad de
Yucatán está dividido en tres apartados:
a) Características de las empresas en Yucatán
b) Impactos en los socios de Coparmex Mérida
c) El reto que afrontamos
Fuente: Megamedia