El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) desvió $320.9 millones de pesos en contratos a empresas fantasma durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Fue entre 2014 y 2018 que el IMSS pagó a las 133 empresas por la supuesta compra de ventiladores, uniformes quirúrgicos, medicamentos y más equipo médico que debía fortalecer la estructura del sistema de salud, hoy debilitado ante la pandemia del COVID-19.
Pese a que el Servicio de Administración Tributaria (IMSS) alertó que las empresas simulaban operaciones al no contar con empleados ni infraestructura, la compra se concretó.
Esto como parte de una revisión realizada por El Universal a la información dada a conocer por Impunidad Cero y Justicia Justa en el estudio Facturas Falsas: la epidemia del sector salud.
La organización detalló en marzo pasado que el IMSS fue la segunda institución con mayor desfalco entre 2014 y 2018, donde los sectores de salud federales y estatales desviaron 4 mil 179 millones de pesos a empresas fantasma.
Durante esos años estuvieron al frente del IMSS los directores José Antonio González Anaya (2012-2016), Mikel Arriola (2016-2017) y Tuffic Miguel (2017-2018).
Parte de los recursos que supuestamente fueron comprados por el instituto a las compañías fantasma son solicitados actualmente en la lucha contra el coronavirus.
Tal es el caso del contrato firmado el 28 de noviembre de 2017 con la empresa Interacción Biomédica, a la cual se le pagaron $4.7 millones de pesos por nueve ventiladores pediátrico-adulto-neonatal, tras efectuar un proceso de licitación.
Cabe decir que el contrato se firmó cuatro meses después de que el SAT señala a Interacción Biomédica como una empresa fantasma e incluso su nombre figurara en el Diario Oficial de la Federación.
Esta empresa vendió al IMSS más equipo médico y ventiladores por 10.7 millones de pesos entre 2017 y 2018, además de celebrar contratos con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y demás organismos de salud estatales, entre los que destaca el del Estado de México, que le pagó 474 millones de pesos.
En total, Interacción Biomédica ha obtenido ganancias que alcanzan los $1,474 millones de pesos mediante licitaciones y pagos por la adquisición de equipo médico, todo pese a la alerta emitida por el SAT.
La accionista mayoritaria de esta empresa es María Cecilia Guadalupe Parada de Sosa, según se lee en el acta constitutiva que se encuentra en el Registro Público de Comercio (RPC).
La segunda empresa fantasma a la que más le pagó el IMSS es Hinfra, constituida en Puebla en 2013, a la cual le otorgó un contrato de $24.7 millones de pesos por ropa para persona médico en 2017, pese a que en 2016 la Auditoría Superior de la Federación (ASF) advirtió que simulaba operaciones.
Con todo, Hinfra ha obtenido ganancias superiores a los 60 millones de pesos a través de múltiples contratos con el IMSS.
El desfalco no sólo se dio en la compra de equipo médico, sino en la construcción de centros hospitalarios, como el caso de Tradeco Urbana, filial del Grupo Tradeco.
A finales de 2013, Tradeco ganó un contrato por $447.6 millones de pesos para la construcción de un hospital en Jesús María, Aguascalientes, sin embargo, este fue revocado en octubre de 2015 por el IMSS ante el retraso de la obra.
Lo mismo sucedió con otro contrato que tenía con el ISSSTE, el cual le fue revocado y como consecuencia Tradeco Infraestructura fue inhabilitada durante 30 meses.
Se sabe que el IMSS pagó la cantidad de $147 millones de pesos a Tradeco entre 2014 y 2015. En octubre de 2017, el SAT determinó que la empresa había emitido comprobantes fiscales sobre operaciones simuladas, entre ellos figuraban los del IMSS.
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