Vacuna contra tuberculosis podría ayudar a enfrentar el coronavirus

04 mayo 2020
Noticias de Yucatán. 

México.- Investigadores de ciencias biomédicas en Nueva York han encontrado una correlación entre las tasas de mortalidad para la COVID-19 y las políticas de vacunación universal para la tuberculosis conocida como BCG. A pesar de que este estudio no es concluyente, puede ser un camino a seguir en la lucha contra esta pandemia. 

La mayoría de las investigaciones sobre COVID-19 son emergentes por tratarse de un virus reciente, del cual se desconocen muchos comportamientos y efectos, lo que ha derivado en diversas líneas de investigación que en una carrera contra el tiempo siguen los científicos. 

Esta investigación fue presentada a finales de marzo del 2020 en medRxiv, un proveedor global de conocimientos de atención médica que fue fundado por Cold Spring Harbor Laboratory (CSHL), la Universidad de Yale y BMJ [puede ser consultada en este vínculo]. Como se trata de investigaciones en proceso, sin concluir, la OMS pide cautela en su aplicación en la práctica a través de sus comunicados.

Impacto del virus en diversos países

A decir de los autores de este estudio, el impacto de la enfermedad ha sido diferente en algunos países que otros. Estas diferencias las atribuyen a las normas culturales, a los esfuerzos de mitigación y a la infraestructura de salud.

Los doctores Aaron Miller, Mac Josh Reandelar, Kimberly Fasciglione, Violeta Roumenova, Yan Li y Gonzalo H. Otazu afirman haber encontrado una explicación para las diferencias nacionales en el impacto de COVID-19, y que estas podrían explicarse parcialmente por las diferentes políticas nacionales con respecto a la vacunación infantil de la vacuna de la tuberculosis conocida como Bacillus de Calmette-Guérin (BCG), que ofrece una amplia protección contra infecciones respiratorias. En México, esta vacuna es aplicada a todos los niños y niñas desde el nacimiento. 

El estudio sugiere que los países sin políticas de vacunación universal con BCG (Italia, Países Bajos y EUA) se han visto más severamente afectados en comparación a países con políticas de BCG universales.

Otros países, como España, Francia y Suiza, han descontinuado sus políticas de vacunas universales debido al riesgo comparativamente bajo para desarrollar infecciones por Mycobacterium bovis, así como la eficacia variable comprobada en la prevención de adultos. 

La vacuna contra la tuberculosis BCG

BCG es una cepa viva atenuada derivada de un aislado de Mycobacterium bovis, utilizado ampliamente en el mundo como una vacuna contra la tuberculosis (TB). Muchas naciones, incluidos Japón y China, tienen una política universal de vacunación BCG en recién nacidos.

Posible relación con la mortalidad

El estudio epidemiológico encontró que aparentemente la vacuna BCG redujo el número de los casos reportados de COVID-19 en un país. Además, pudieron observar la combinación de morbilidad y mortalidad reducidas. Por lo cual, están planteando que la vacuna BCG podría ser una nueva herramienta potencial en la lucha contra la COVID-19.

Explicaron los autores que, dada su comprensión actual de inmunoterapia no específica de la vacuna BCG y el análisis de los datos epidemiológicos actuales, tienen como objetivo identificar una posible correlación entre la existencia de políticas universales de vacuna BCG y la morbilidad y la mortalidad asociada a las infecciones por COVID-19 en todo el mundo.

OMS señala que necesita más evidencia

Hasta el mes de abril, la Organización Mundial de la Salud había revisado tres ensayos clínicos a este respecto, incluyendo este, en la que los autores compararon la incidencia de los casos de COVID-19 en países donde la vacuna BCG se usa con las regiones donde no se utiliza, y aunque el organismo ha informado que en las zonas donde se administra rutinariamente la vacuna contra la tuberculosis hubo menos casos notificados de neonatos con COVID-19, también ha informado que estos estudios suelen estar sesgados debido a las diferencias demográficas, a las tasas de realización de pruebas de detección del coronavirus y a la etapa de la pandemia en la que se encontraba cada país.

Para este estudio fueron analizados 17 países que abandonaron su política universal de BCG. Por ejemplo, España comenzó su política universal en 1965, y duró hasta 1981 (16 años), y tiene una alta tasa de mortalidad (29.5 muertes por millón de habitantes).

En contraste, Dinamarca comenzó su política en 1946, y finalizó en 1986 (40 años), y tiene casi diez veces menos muertes por millón de habitantes, con 2.3 muertes.

Los investigadores creen que la vacuna BCG está correlacionada con tasas de mortalidad reducidas producidas por COVID-19.

Sin embargo, las tasas de mortalidad por país se relacionan tanto con el número de casos presentes en un país, como con la probabilidad de muerte para casos individuales. 

Los investigadores hacen la advertencia de que la cantidad de los casos de COVID-19 también dependerá en gran medida del número de pruebas realizadas por país.

BCG en México

La vacuna BCG fue incorporada en 1974 en el programa de inmunizaciones de la OMS para países subdesarrollados. Actualmente se aplica de forma rutinaria en la mayoría de los países del mundo en donde la tuberculosis es endémica, como México.

Estudios emergentes a nivel mundial están buscando líneas de investigación para combatir la COVID-19.

Vacunación

A medida de que el número de casos de tuberculosis disminuyó a fines del siglo XX, varios países de nivel medio alto y países de altos ingresos en Europa abandonaron la política universal de BCG entre los años 1963 y 2010.

Vacuna BCG

La vacuna BCG es una preparación de bacterias vivas atenuadas derivadas de un cultivo de bacilos de Calmette y Guérin (Mycobacterium bovis). La primera cepa de BCG en México fue traída en 1931, y desde la década de los 50 se realizaron campañas masivas de vacunación para prevenir la tuberculosis.

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