Una mujer que fue retenida a la entrada de una pizzería de Little Caesars, en Naucalpan, Estado de México, porque no llevaba cubrebocas, en esta "nueva normalidad", se puso fuera de sí de manera exponencial.
Entró haciendo caso omiso a la recomendación y haciando a un lado al personal de seguridad. Gritó, insultó, intentó golpear a varios de los empleados de la tienda.
Y nadie pudo hacer nada por temor a ser acusados de haber violentado a una mujer y alterar a la feministas.
Llama la atención como en un momento grita en la cara a quien aparentemente es el responsable de la seguridad del local, que si la mujer esta enferma de coronavirus, ahí hay un seguro contagio a pesar de que el agredido llevaba puesto su cubrebocas.
La pregunta es ¿Habrá justicia en este caso? ¿Se castigará a la mujer por las ofensas y evidentes destrozos o sólo porque es mujer no pasará nada? Todos, hombres y mujeres, como lo marca la Constitución somos iguales ante la ley y por tanto sin importar el género debe asumir las consecuencias de sus malas acciones.
Ahí está el vídeo la evidencia de las hazañas de esta mujer.
Por la forma en que se conduce, parece evidenciar que se trata de una persona que está afectada de sus facultades mentales y por tanto, es un real peligro para la sociedad que ande así por las calles. ¿Cómo tratará a sus hijos si los tiene? ¿Que otros desmanes habrá causado por asuntos de ínfima importancia como el hecho de que se le pida usar cubrebocas?
Esto no puede ni debe quedar impune y si está mal de la cabeza pues que se tomen cartas en el asunto.
#LadyPizza hace esto por que sabe que puede hacerlo sin tener que pagar las consecuencias.
— Christian Camacho (@ccamacho88) June 8, 2020
Los demás tienen que soportar sus golpes y vejaciones, por que con las leyes feministas, ay de aquel que se defienda, le va como en feria.pic.twitter.com/voIn3Zfy1M
