Oftalmólogas y optometristas alertaron sobre posibles riesgos a la salud visual de niños, como una consecuencia indirecta por la emergencia sanitaria.
A mayor exposición y cercanía a objetos, sobre todo aparatos tecnológicos, aumenta el riesgo de desarrollar miopía y astigmatismo, de acuerdo con las expertas.
"Los niños estuvieron más tiempo cerca de la tableta y la computadora, eso hace que se desarrollen problemas de la vista.
"También por eso se recomienda que salgan a jugar a la calle y estén en el aire libre para ver objetos lejanos y cercanos, pues estar encerrados agrava el problema. Sin embargo, ahora con lo del Covid-19 ésta no fue una opción", explicó Norma Oloarte, oftalmóloga.
Los especialistas en salud calcularon que esto pasará, incluso en niños que en una situación normal no desarrollarían estos padecimientos y agravará el problema en quienes ya lo tenían desde hace tiempo.
A esto se suma el confinamiento domiciliario, pues en córneas de niños pequeños los espacios cerrados ayudan a la aparición o incremento de estos problemas, agregaron.
"En los niños la visión está en desarrollo. Con las clases en línea, los dispositivos tienen que usarse a menos de 40 centímetros.
"Eso hace que el lente natural del ojo, el cristalino, adopte y se acostumbre a otra posición, lo que cambia la graduación natural", explicó la doctora Virginia Martínez, cirujana oftalmóloga.
La especialista aseguró que, pese a esto, los padres han tomado más conciencia de los problemas de sus hijos, al tener que asumir ellos el reto de educarlos desde su casa.
"A veces llegaban al consultorio a decir 'me dijo la maestra que el niño no ve el pizarrón, pero yo lo veo normal', sólo al hacer lo exámenes se daban cuenta que la maestra tenía razón, después de haber minimizado el asunto. La única ventaja de todo esto es que se podrían detectar problemas más temprano", consideró.
Sin embargo, desde su perspectiva las ventajas son más, porque un niño puede llegar a desarrollar ambliopía, que es la falta de desarrollo visual, la cual se agrava en los menores que se vieron forzados a usar dispositivos más tiempo para acabar el ciclo escolar.
