Durante el Gran Encierro, una de las principales preocupaciones de muchos países y expertos era reactivar la economía lo antes posible. En su momento, parecía una exigencia imprudente, considerando la situación sanitaria tan delicada. Ahora la prioridad sigue siendo la atención a la salud de la población, pero está quedando más y más claro por qué había tanta urgencia de reabrir las actividades. Y es que en cuestión de días, se ha anunciado una bancarrota tras otra.
Hoy, se suma una más a la lista. De acuerdo con Bloomberg, el principal operador en Estados Unidos (EEUU) de las franquicias de Pizza Hut y Wendy’s se ha declarado en bancarrota. Al igual que otras compañías en los últimos días, solicitó protección financiera bajo el Capítulo 11 de a Ley de Quiebras de la Unión Americana. Esto, con la meta de lograr una reestructuración total de su compañía. Y, así, poder hacer frente a las deudas acumuladas durante la pandemia.
NPC International tiene una deuda que suma los 903 millones de dólares (mdd). Se estima que ya renegoció el 93 por ciento de sus obligaciones financieras con sus prestamistas primarios, y el 17 por ciento con los secundarios. Como parte del proceso de bancarrota, se espera que reciba una nueva ronda de inyección por parte de sus inversionistas para mantenerla con vida. Y también se verá obligada a cerrar una fracción, no se sabe qué tan grande, de sus locales.
Una nueva bancarrota en medio de la “recuperación” económica
Si bien las actividades lentamente se están reanudando después del gran encierro, varias empresas han solicitado la protección por bancarrota en EEUU los últimos días. Las marcas mexicanas Famsa y Aeroméxico también se refugiaron bajo el Capítulo 11 para tratar de lidiar con sus pérdidas a raíz de la pandemia. GNC no solo anunció este proceso, sino el cierre de unas mil 200 tiendas. Y en Canadá, el gigante Cirque du Soleil también tomará ese camino.
Hay que recordar que el proceso de bancarrota, al menos bajo los términos del Capítulo 11 de EEUU, no significa que las compañías estén condenadas. La idea de este recurso es justo tener la oportunidad de corregir los desafíos operativos que tenga la empresa y tratar de que pueda sobrevivir en el largo plazo. Así pues, es cierto que conlleva tanto el cierre de unidades, como la reducción de operaciones y gente. Pero no van a esfumarse las marcas en cuestión.
Por desgracia, esta bancarrota (junto con las que le precedieron y las que probablemente le van a seguir en el corto plazo) pintan un escenario muy claro para el futuro. No solo no habrá una recuperación mágica que todos esperaban. Probablemente la producción vaya a seguir a la baja durante meses, tal vez más de un año. Y, poco a poco, tal vez pueda existir un modesto crecimiento que permita regresar a la antigua gloria de la industria en un bastante largo plazo.
Técnicas para acelerar el crecimiento a futuro
Junto con las declaraciones en bancarrota, también hay casos de empresas que solo han crecido en medio de esta crisis sanitaria. Por ejemplo P&G ha tenido una pandemia tan buena, que incluso se dio el lujo de sacar una nueva línea de productos. Plataformas como Fortnite han logrado dispararse en popularidad, conquistando mercados más allá del entorno digital. Y también está quienes, al estilo Huawei, supieron colgarse de tendencias como el ecommerce.
En lo que se refiere a la aceleración económica post-COVID, hay algunas ideas generales que los expertos del mercado han arrojado en los últimos meses. McKinsey cree que lo más crucial es no centrarse en la bancarrota de una u otra empresa, sino en el bienestar de los individuos. Según Vodafone, hay grandes oportunidades de desarrollo en adoptar un acercamiento digital. Y el WRI apunta que una idea sería el apostar a sectores emergentes, como energías limpias.