En el estado norteño de Nuevo León el virus del COVID-19 no cede, pese al avance en el avance y reactivación económica que las autoridades de la entidad empezaron a implementar hace algunas semanas, con la mira en pronósticos favorecedores. Pero la realidad les echó en cara este miércoles un pico de 693 casos nuevos en solo 24 horas. Con esto ya van varios días al hilo que esa entidad reporta por encima de 600 la cifra de contagios que se suman diariamente.
Es por eso, que el gobierno ha pensado en medidas inmediatas que frenen la propagación del virus, de la manera en la que se está presentando al menos, y evitar que el manejo de la pandemia se les salga de las manos.
Por ejemplo, desde este fin de semana hacen un exhorto a la población a regresar al aislamiento total en casa y, en general todos los días de la semana, no estar en la calle de 10 de la noche a 5 de la mañana. También piden evitar acudir a restaurantes y solo pedir para llevar. Aunque estas indicaciones solo quedan –por el momento– en calidad de invitación ciudadana, las autoridades sanitarias urgen e insisten a los neoloneses en cooperar y llevarlas a cabo.
El secretario de Salud de Nuevo León, Manuel de la O, explicó estas acciones emergentes entrevista para el noticiero local Telediario.
Respecto al que recomiendan respetar dijo “no es un toque de queda, eso sería por decreto presidencial. Es una acción que nos permite reducir la movilidad de las personas”, señaló el funcionario recordando que ya hay personas que andan afuera después de las 10 u 11 de la noche, en restaurantes o bares, sin protección y sin guardar medidas como la sana distancia.
“Observamos que muchas personas han tomado con relajación las medidas de prevención; que andan en reuniones, en fiestas, en carnes asadas, y pues eso no es posible porque la ocupación de los hospitales se está incrementando”, indicó.
El Comité Estatal de Salud de Nuevo León informó la víspera que la entidad aún tiene capacidad del 50 por ciento de los ventiladores; que la ocupación hospitalaria se mantiene en un 55 por ciento; y que a ocupación de camas de cuidados intensivos en un 43 por ciento.
“Estamos muy preocupados en el sector salud porque no queremos que nos pase como le pasó a ciudades como Nueva York”, señaló el responsable de salud de esa entidad lamentando que se prevé que aún sea una cifra mucho más grande que 600 los casos de COVID-19 que se reporten diariamente en Nuevo León, por lo que buscan a toda costa evitar la saturación de hospitales, “el pronóstico si no nos cuidamos es que sí se incremente la ocupación hospitalaria”.
Sobre dar marcha atrás a la reactivación económica que ese estado, totalmente empresarial, inició hace algunas semanas, De la O Cavazos señaló que podría ocurrir si la ciudadanía no atiende a las recomendaciones para frenar el virus. “Si no nos portamos bien sí vemos esa posibilidad; si nos portamos bien y seguimos las recomendaciones de salud, podremos continuar con la reactivación de la economía”.
En Nuevo León ya se aplican medidas estrictas, por ejemplo, en el transporte público. Los choferes de ese servicio tienen la indicación de no permitir el abordaje de personas que no lleven bien puesto la mascarilla. Hay policías vigilando que así se haga.
Incluso ya hay una medida legal que recién aprobaron para que las personas que sepan que están contagiadas y sigan sus actividades –entiéndase que contagiando a otras personas deliberadamente– serán penalizados hasta con 3 años de cárcel o una significativa multa económica.
Hasta ahora, Nuevo León registra 11, 752 casos positivos al COVID-19 y 392 muertos, la mayoría de ellos personas de la tercera edad.