Un par de gemelos asesinados por su padre, quien poco
después se suicidó arrojándose de un puente. Esa es la historia que ocurrió el
pasado fin de semana y conmocionó a Italia.
La familia vivía en Gessate, en periferia de Milán. Mario
Bressi , empleado de 45 años, llevó a sus dos hijos a la casa de montaña
que tenían en Margno, provincia de Lecco. Unos mensajes por WhatsApp alertaron
a la madre Daniela Fumagalli, también de 45 años, de que las cosas no estaban
bien. Ella recientemente había iniciado el proceso de separación. "No
vas a ver más a tus hijos", "Te vas a quedar sola", decían.
En el último WhatsApp Bressi le decía que mirara su casilla
de correo. Allí encontró una carta llena de odio en la que dejaba en claro
que no aceptaba la separación. La acusaba de "haber arruinado a la
familia" y escribía una últimaa frase: "Es tu culpa si me mato.
No vas a ver más a tus hijos".
Fumagalli intentó llamar a su marido, así como a los
celulares de sus gemelos, en vano. Ya no sonaban. Ni siquiera los carabineros
lograron encontrar los aparatos.
¡No se despiertan!
Bressi ya había privado de la vida a sus gemelos: a
Diego sofocándolo con una almohada y a Elena, estrangulándola. Ambos fueron
hallados por su mamá en una cama matrimonial, cuando llegó hasta allí a las 7
de la mañana, alertada por esos mensajes del marido.
"¡No se despiertan! ¡No se despiertan!", salió
gritando Fumagalli, fuera de sí ante el hallazgo, despertando a los vecinos,
quienes enseguida llamaron a la policía. Hasta el personal de la Cruz Roja fue
visto salir con lágrimas del lugar.
El cadáver del padre fue hallado a las 9 de la mañana en un
arroyo . Su auto estaba estacionado a metros del Puente de la Victoria,
tristemente conocido en la zona porque los suicidas suelen saltar de ahí.
Por siempre juntos...
Antes de privarse de la vida, Bressi subió a las redes
sociales dos fotos sacadas ese mismo día, en las que se lo ve sonriente junto a
Elena y Diego en pleno paseo de montaña. "Con mis ragazzi (chicos)
por siempre juntos", escribió.
Según fuentes de prensa, la mujer había comenzado los
trámites de separación. Sin embargo, según los testimonios, la pareja casada en
2003 nunca tuvo grandes problemas. "Eran una familia normalísima",
los dos amantes de la montaña y el deporte.
"La separación recién había empezado, no había
conflictos ni había habido amenazas y su mujer no tenía ninguna intención de
sacarle la tenencia de los hijos. Las cosas se estaban dando con muchísima
tranquilidad", aseguró Davide Colombo, abogado de la mujer.