TICUL.— “Hola, ¿como están? No pudimos despedirnos como se
debe, con abrazos y besos, pero siempre les llevaré en mi corazón”, fue el
mensaje de despedida de la maestra Leydi Gabriela Canto Burgos a sus alumnos
del jardín de niños “Yucatán”.
Debido a la contingencia por el Covid-19, cientos de
maestros de esta ciudad no pudieron despedirse de sus alumnos, como cada fin de
curso, con alguna actividad social, como bailes o el tradicional vals.
El ciclo escolar finalizó de forma oficial el pasado 26 de
junio.
Tecnología, aliada
En el sector educativo gran parte de las escuelas realizaron
clausuras virtuales con ayuda de las redes sociales u otros aplicaciones de
internet.
En su caso, la docente Gabriela Canto, del tercer grado
grupo “B”; por medio de una videollamadas se despidió de sus 25 alumnos.
“Tres meses que no veía a mis alumnos, por la pandemia del
Covid-19, la mayoría de los papás me recomendaron hacer videollamadas para
saludarme y despedirme de ellos”, señaló la educadora en entrevista.
“Me dio mucho gusto ver de nuevo a mis niños durante estos
tres días en las videollamadas, tal vez no fue la mejor manera para
despedirnos, pero para mí fue muy significativo hacerlo”.
Leydi Canto agradeció a los padres de familia por trabajar
con sus hijos desde casa, ayudándoles en las tareas en estos tres meses por la
contingencia.
“Los extrañé todos los días y los seguiré extrañando. Cada
uno de ellos estará siempre en mi corazón, gracia por permitirme, junto a
ustedes, papás, a enseñarles estos dos años y contribuir a su educación en el
jardín”.
“Ésta es la recompensa más grande de mi labor, juntos a los
papás hicimos un gran equipo, les aconsejo que continúen apoyando a su hijos y
crean siempre en sus capacidades que les tocó descubrir al trabajar con ellos
en casa”, agregó.
“Nos estamos viendo ahora por teléfono celular, ya están
listos para ir a la primaria, acá estamos en casa, ya ven que no podemos salir,
debemos cuidarnos”, fue parte del mensaje despedida a sus alumnos.