Aun antes de la pandemia de COVID-19 la idea de usar un baño público causaba enorme ansiedad: son lugares oscuros y, en ocasiones, malolientes y hasta sucios. Muchas veces el mero hecho de ver la fila para esperar junto a los cubículos en un aeropuerto o en un parque desalentaba al más osado. Y aunque Japón es uno de los países del mundo con estándares más altos de higiene, el baño público nunca tuvo allí mejor fama que en América Latina o Estados Unidos. Entonces, al arquitecto Shigeru Ban se le ocurrió una idea: hacerlo transparente.
“Al principio es difícil imaginar cómo un baño público con paredes transparentes podría ayudar a aliviar la ansiedad, pero un diseño contrario al sentido común, hecho por uno de los arquitectos más innovadores de Japón, pretende provocar precisamente eso”, publicó Forbes. Los baños de Ban, ganador del premio Pritzker, se pueden usar desde agosto de 2020 en dos parques de Tokio, Haru-no-Ogawa y Yoyogi Fukamachi.
Y se los usa: cuando una persona corre el pestillo desde el interior, las paredes se vuelven opacas. Pero antes de brindarle esa necesaria privacidad, los cubos translúcidos le permiten ver que el sitio está limpio y vacío.
Las obras de Ban son parte del Proyecto de Baños de Tokio, que la fundación sin fines de lucro Nippon puso en marcha para renovar 17 baños públicos en los parques de Shibuya, una de las áreas comerciales más agitadas de Tokio. Hasta el momento se han inaugurado los de Ban y los de Masamichi Katayama, Fumihiko Maki y Nao Tamura; en las próximas semanas seguirán las obras de Takenosuke Sakakura y Tadao Ando. El proyecto se completará progresivamente hasta la primavera boreal de 2021.
“Japón es conocido como uno de los países más limpios del mundo”, explicó un comunicado de Nippon. “Sin embargo, el uso de baños públicos se ve limitado por los estereotipos: son oscuros, sucios, olorosos, inquietantes”. Para disipar estos conceptos erróneos, la fundación y el Gobierno del distrito de Shibuya convocaron a 16 creadores para que presentaran proyectos con diseños vanguardistas que hicieran del baño público un espacio “accesible para todo el mundo, más allá de su género, edad o discapacidad, a fin de demostrar las posibilidades de una sociedad inclusiva”.
Los baños transparentes de Shigeru Ban, ganador del premio Pritzker, se pueden usar en dos parques de Tokio, Haru-no-Ogawa y Yoyogi Fukamachi (Wikipedia)
Los baños transparentes de Shigeru Ban, ganador del premio Pritzker, se pueden usar en dos parques de Tokio, Haru-no-Ogawa y Yoyogi Fukamachi (Wikipedia)
La creación de Ban apuntó a eliminar dos preocupaciones habituales de los ciudadanos: que el lugar esté limpio y que no haya nadie dentro. “Empleando una nueva tecnología, hicimos las paredes exteriores con un vidrio que se vuelve opaco cuando se cierra el pestillo de la puerta, de manera tal que una persona pueda verificar cómo está el interior antes de entrar”, según el proyecto. “A la noche, iluminan los parques como lámparas hermosas”, en colores turquesa, verde lima, azul, amarillo, rosa o púrpura. La idea de fondo es “que la gente se sienta cómoda utilizando los baños públicos y que se aliente un espíritu de hospitalidad para la persona siguiente”.
Ban, de 63 años, es famoso por su exploración de materiales infrecuentes, como el papel de los tubos de cartón reciclados. Desde museos hasta residencias, ha creado edificios reconocidos desde que abrió su estudio en 1985; actualmente tiene sedes en Tokio, París y Nueva York. Entre sus proyectos también se cuentan soluciones de diseño para alojar a víctimas de desastres, por las cuales es parte de la Red de Arquitectos Voluntarios, que creó en 1995. Recibió, entre otros premios, la Orden de las Artes y las Letras en Francia.