Una jueza federal frenó la extinción del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine), uno de los 109 fideicomisos que aprobó desaparecer el Congreso de la Unión.
Blanca Lobo Domínguez, jueza Décima Segunda de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, otorgó una suspensión definitiva a la cineasta Marcela María Elena Fernández y Violante, medida cautelar que suspende por tiempo indefinido la extinción del fideicomiso.
La juzgadora dejó claro que la suspensión de ninguna manera priva a la colectividad de un beneficio que le otorgan las leyes o se le infiere un daño.
“Por el contrario, con la medida cautelar solicitada por la parte quejosa se busca que no se extinga el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine y, con ello, se continúe brindando un sistema de apoyos financieros, de garantía e inversiones en beneficio de los productores, distribuidores, comercializadores y exhibidores de películas nacionales”, detalla la resolución.
El 5 de enero de 1999, se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto que reformó la Ley Federal de Cinematografía. A través del decreto se creó un Fondo de Inversión y Estímulos al Cine, cuyo objeto sería el fomento y promoción permanentes de la industria cinematográfica nacional.
La finalidad de dicho fondo fue brindar un sistema de apoyos financieros, de garantía e inversiones en beneficio de los productores, distribuidores, comercializadores y exhibidores de películas nacionales.
Lo anterior quedó plasmado en el artículo 331 de la citada ley. Para administrar los recursos de ese fondo se constituyó el fideicomiso denominado Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine).
La juzgadora puntualizó que la Ley Federal de Cinematografía, conforme a su artículo 1 establece que sus disposiciones son de orden público e interés social. Disposiciones entre las cuales se contempló el fomento a dicha industria. De ahí que el fomento a la industria cinematográfica es una cuestión de orden público y de interés social, cuya paralización conlleva una afectación al interés general.
“Por tanto, si el acto reclamado tiende a extinguir el fondo creado para fomentar la industria cinematográfica, ello impacta contra el derecho a la cultura de todos los mexicanos”, explicó.
Con la medida cautelar concedida, no se podrá extinguir Fidecine y tampoco se podrá suscribir algún convenio de extinción o terminación del fideicomiso.
Las cosas se mantendrán en el estado que guardan, hasta que la juez resuelva si concede o no la cineasta, quien impugnó la desaparición del fideicomiso.