La policía belga tuvo que intervenir el sábado en Bruselas para dispersar a miles de personas que se reunieron para "festejar" en un parque a pesar de las restricciones en vigor a causa de la pandemia del coronavirus.
Tras unas horas de tolerancia, las fuerzas de seguridad intervinieron "porque las medidas sanitarias no son respetadas", explicó un comunicado.
Una veintena de furgones y camiones equipados con cañones de agua llegaron hasta el lugar del encuentro, el parque de Cambre, en uno de los barrios residenciales de la capital.
Apoyados por los cañones de agua, los policías avanzaron para dispersar a la multitud. Ante la resistencia de algunos grupúsculos, utilizaron gases lacrimógenos.
La reunión había empezado de forma relajada, tras una convocatoria por redes sociales que fue formalmente prohibida por las autoridades.
Hemos venido para defender nuestra libertad ¿La mascarilla? No, yo no la llevo porque quiero ser libre", explicó un estudiante de 18 años.
Hace un año que esto dura. Un año sin poder salir. Al cabo de un momento hay que buscar alternativas", añadió otro joven bruselense.
Un helicóptero sobrevoló el parque y un dron pidió en francés, inglés y flamenco a los asistentes que guardaran distancias y que se pusieran las mascarillas.
Ante la falta de respuesta, intervenieron las fuerzas policiales.
El primer ministro belga, Alexander De Croo, había pedido el viernes que no se celebrara esa reunión.
Este tipo de eventos están organizados por algunos para desestabilizar una política que ha sido, a pesar de todo, muy razonable y muy tranquila, en comparación con otros países. No caigan en la trampa", pidió.
En ese mismo parque otra concentración no autorizada había causado más de 30 heridos el 1 de abril, al ser dispersada por la policía.