De acuerdo con Eduardo Mosreal Toraya, analista del
Observatorio de Movilidad de Mérida, las autoridades deben analizar si se
eliminan o no los maceteros del Centro Histórico, ya que juegan un papel
importante en el peatón, para evitar contagios de COVID-19 y en la reactivación
económica de esa zona comercial de la ciudad.
Eduardo Mosreal comentó vía telefónica que la instalación de
estas macetas estaba proyectada para que tuvieran una duración inicial de tres
meses, pero la realidad es que ya se prolongó más tiempo y, aunque algunas
restricciones se han ido eliminando, estas siguen vigentes.
“Una de las cosas que se habían criticado era la cuestión de
que no permitía a los vehículos de descarga realizar sus maniobras, pero
ahorita se han alineado a uno de los costados, dejando ya el carril derecho
completamente efectivo para realizar la descarga, así como el ascenso y
descenso de usuarios de taxis y plataformas”, dijo.
Señaló que ese cambio ha sido correcto, porque permite que
se deje un carril de circulación efectiva y se mantiene otro como una medida de
ensanche peatonal, que ha servido de ayuda para que la gente pueda caminar y
mantener la sana distancia en esta contingencia sanitaria, sobre todo en
lugares donde puede aglomerarse gente.
Indicó que antes de decidir si se retiran o no estas piezas,
se debe realizar una inspección en los comercios del centro para ver si cuentan
o no con óptimos sistemas de ventilación y si tienen la suficiente capacidad
para albergar a la clientela, ya que no de ser así, las macetas deberán
continuar tal y como están hasta el momento.
“Por ejemplo, algunos usuarios y clientes deben esperar
afuera de los negocios y eso implicaría hacer uso de la banqueta. Yo creo que
esa es la clave, porque si regresamos las paradas de transporte público y
siguen esas las de clientes en la banqueta, allá sí vamos a generar una posible
aglomeración de personas en un espacio reducido”, dijo.
Explicó que esas aglomeraciones de gente se darían porque
las banquetas del Centro Histórico son angostas. “Si tenemos banquetas de un
metro con 50 centímetros, más la gente esperando afuera de los negocios, además
de los peatones que están transitando, más la gente que espera su transporte
público, esas no son condiciones adecuadas”, dijo el entrevistado.
También indicó que con o sin pandemia, las condiciones de
movilidad en el Centro Histórico no son adecuadas y una de las posibles
soluciones es ampliar las banquetas, porque en múltiples zonas estaban
“completamente” rebasadas por la demanda peatonal y por ello, es necesario
realizar el ensanche de las aceras.
Mosreal Toraya aclaró que la ampliación de banquetas no se
debe confundir con el cierre de calles. “Se pueden trabajar diferentes
estrategias para garantizar los desplazamientos cómodos, ecientes y seguros de
los peatones que no implica el cierre total de la vialidad del vehículo. Una de
las medidas es la gestión de la velocidad”, comentó.
Entre otras medidas, apuntó que están los dispositivos
reductores de velocidad en calles del centro y en las zonas con alto aforo
peatonal, si se debe considerar el ensanche de banquetas, pero manteniendo esas
áreas de descarga de mercancías, así como el ascenso y descenso de usuarios de
transporte público, de taxi y plataformas.
Fuente: Por Esto